La apertura del canal de riego de Haití, tras un desvío del río Masacre ha sido el peor fracaso del gobierno dominicano, declaró aquí Ramfis Domínguez Trujillo, nieto del ajusticiado dictador Rafael Trujillo Molina y presidente del Partido Esperanza Democrática.
Advirtió que la inauguración de esa obra marca un
precedente peligroso para la República Dominicana y una gran victoria para
Haití, pese a la violación del acuerdo de 1930, que exige que cualquier
manipulación de las fuentes acuíferas compartidas debe ser consensuada.
«La debilidad de las autoridades dominicanas quedó
al descubierto, y su mal manejo de la situación es catastrófico para los
agricultores en Dajabón», subrayó en entrevista para medios locales.
Dijo que «la incapacidad del gobierno de Luis
Abinader quedó clara, pues el despliegue exagerado de militares y el cierre de
la frontera fue más bien un montaje mediático, no una demostración de fuerza».
Opinó que «nunca fue intención del gobierno
dominicano frenar la construcción del desvío del río, ya que fue el propio
presidente Abinader el que pactó la aprobación de ese proyecto».
OBLIGACIÓN DE ACLARAR ESA DUDA
Indicó que el presidente Abinader tiene la
obligación de «arrojar luz sobre esa duda que tienen muchos dominicanos y
responder a esas acusaciones, que son muy serias».
«De haberme tocado a mí ese escenario, hubiese
amenazado con frenar las remesas desde República Dominicana hacia Haití, algo
que resultaría extremadamente nocivo, asfixiando al gobierno y provocando un
levantamiento del pueblo”, declaró.
Domínguez Trujillo repudió las acciones de las
autoridades haitianas, lentitud del gobierno dominicano para habilitar el canal
de la Vigía, aunque aclaró que «este no es el remedio definitivo».
Cuestionó la capacidad de Abinader para
gobernar en la República Dominicana, ya que «carece de las agallas para
enfrentar la difícil situación con Haití».
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