Papa insiste en pedir al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, tener «valentía» para alzar la «bandera blanca» y negociar con Vladimir Putin el fin de la guerra con Rusia, detener la matanza de humanos y destrucción material.
Dice que negociar nunca es rendirse, es tener el valor de no llevar al
país al suicidio y ucranianos con la historia que tienen, pobrecitos que con Stalin
e su tiempo sufrieron mucho.
Recordó que cuando viajó en 2014 a Redipuglia lloró ante el monumento
conmemorativo de la Primera Guerra Mundial.
El Santo Padre dice la guerra es una locura, que responde a líderes
políticos.
Dice a las siete de la tarde llama por teléfono al sacerdote argentino,
Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia de Gaza en que 700 personas
viven allí y cuentan lo que ven lo terrible que es la guerra.
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