CARD lamenta el fallecimiento del jurista y exdiputado Almanzor González Canahuate
Nació en Bajabonico, provincia Puerto Plata en que su vida ha transcurrido entre la carrera del Derecho, las aulas y música, profesor de generaciones de abogados, prolífico autor de obras jurídicas, destacado músico de forma particular y en la Orquesta Sinfónica Nacional.
Líder, activista sindical, tenía formación en las áreas social y político.
Fue investigador por excelencia y se inscribió entre grandes compiladores del país, abogado de larga data, experto en derecho laboral y gran defensor de los derechos humanos
Fue una de las figuras más brillantes y respetadas del ámbito jurídico dominicano, dejando una huella imborrable en la enseñanza del derecho, en la práctica profesional y en la formación ética de múltiples generaciones de abogados.
Su vida estuvo consagrada a la docencia universitaria, desde la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde tuvo discípulos del fenecido José Francisco Peña Gómez y Jorge Subero Isa.
Además, compartió con otras destacadas personalidades el ejercicio responsable de la abogacía y al servicio del país, siempre con un profundo sentido de justicia, honor y compromiso social.
Potentini tras destacar el legado de Canahuate recordó que sin lugar a duda, él fue el principal cultor del país, en el análisis, recopilación, investigación, fichaje científico de la jurisprudencia, estudios concretados en decenas de publicaciones, ligado al mundo editorial.
También, promoción, venta de obras, textos jurídicos, se distinguió como un ferviente defensor a derechos de trabajadores, ligado de manera estrecha a movimientos sociales, sindicales, connotado dirigente del perredeísta histórico, diputado al congreso, larga y fructífera vida de casi 90 años de edad.
Por décadas, el profesor González Canahuate desempeñó un papel protagónico en la consolidación del pensamiento jurídico nacional, siendo ejemplo de integridad, sabiduría y amor por la ciencia del derecho.
Sus aportes al fortalecimiento institucional, dedicación a la enseñanza, al perfeccionamiento de las nuevas generaciones, lo convierten en una de las más altas referencias de la profesión jurídica dominicana.
El Colegio de Abogados se une al dolor que embarga a sus familiares, amigos, colegas y discípulos, expresando su más sentido pésame, solidaridad y acompañamiento espiritual en este difícil momento.
Su partida deja un profundo vacío en la comunidad jurídica nacional, pero también un legado imborrable que seguirá inspirando a quienes dedican su vida al estudio y defensa del derecho.
El CARD honra su memoria y reconoce en su figura un ejemplo de rectitud, sabiduría y servicio a la patria.
Paz eterna a su alma.
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