Santiago, R.D.- Se cumple este domingo 16 de febrero del año 2020 la
cantidad de 47 años del ajusticiamiento del héroe de la guerra de abril del año
1965, Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Fue presidente provisional de la República, jefe de misiones militares de
la autoridad diplomática dominicana en México y se enroló la guerrilla, siendo
capturado en la Loma de Nizaíto en la provincia San José de Ocoa y desmembrado
por militares dominicanos.
Mientras que desde las entrañas de las montañas de Nizaito, Ocoa, en la
Loma de Cuero de Puerco, en plena Cordillera Central, brotó el clarín
anunciando la tragedia que entristeció los corazones de millares de dominicanos
por las cualidades del héroe de Abril.
Tras ser herido y capturado, Francisco Alberto Caamaño Deñó, los aparatos
de comunicación policiales, militares y las persistes llamadas telefónicas no
cesaban al Palacio Presidencial dando cuenta de la captura del guerrillero y
las acciones a desarrollar.
"A todas las águilas, a todas las águilas, aquí el capitán Mejía, tengo
al Coco Mayor, al coco mayor y dos heridos, que hacemos con ellos".
Era la transmisión radial anunciando a los altos mandos militares el
apresamiento del Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó y sus compañeros
expedicionarios, quienes eran Eberto Lalane José y Alfredo Pérez Vargas.
A pesar que fueron hecho prisioneros después de haber resultados heridos,
los tres fueron ajusticiados” y luego manipularon los informes de que habían sido
muertos en “combates”.
Horas después de las transmisiones, largas horas de reuniones, deliberaciones de la alta cúpula policial, militar, palaciega, desde el Palacio se ordenó fusilar a “sangre fría” a los tres prisioneros.
Sin embargo, a 47 años, nadie ha sido molestado de los que ordenaron la “ejecución”
de Francisco Alberto Caamaño Deñó, líder de la Gesta Patriótica de Abril del
1965; pasado presidente de la República del Gobierno en Armas, héroe Nacional
que dirigió la lucha en defensa de la Constitucionalidad burlada por los
golpistas y la Soberanía Nacional mancillada por el imperio norteamericano.
Después de la inmolación de Francisco Alberto Caamaño Deñó y sus
compañeros, se honra su memoria de
gigante combatiente y mártir de la libertad y tras su desaparición física, en
la República Dominicana prevalece un “vacío” de liderazgo.
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