Por Marcelo Peralta
Santiago, R.D.-A pesar de que el Alcalde del Municipio Santiago de
los Caballeros, peledeista Abel Martínez quien no es “santo de mi devoción”, aunque
no tengo compromisos políticos partidistas con “nadie”, no obstante, en caso de
que el 15 de marzo salga derrotado, quien lo sustituya deberá sudar la “gota gorda”
para mantener la limpieza y el orden en las vías.
En la gestión de Abel Martínez, quien se ha convertido en “mago”
para mantener circulando decenas de camiones desde las cuatro de la madrugada
hasta altas horas de la noche en labores de recogida de desperdicios, es un
trabajo que requiere dedicación y compromiso pleno.
Optimizar esta labor amerita planificación, disposición de un
personal entregado, empoderado y a cumplir con una labor tan riesgosa y mal
remunerada.
Hasta la fecha, las labores del Ayuntamiento de Santiago, en favor
de la ciudad, no se han visto interrumpidas en ningún tramo de la presente
gestión municipal que encabeza el alcalde Abel Martínez.
Ese fenómeno ha desaparecido en la actual administración, aunque
se asegura que ha atravesado momentos más críticos de diversas índoles.
No obstante, Abel Martínez ha hecho de “tripa a corazón” para honrar
compromisos ciudadanos y buscando la solución de los problemas comunitarios.
Ha hecho obras de interés comunitario, entre ellos aceras,
contenes, badenes, peatonales, centros comunitarios, muros de gaviones, canchas
deportivas, asfaltado, saneamiento de cañadas, rescate de muchas áreas, murales
dedicados a los artistas.
Se señala que da cumplimiento del Presupuesto Participativo, por
parte de la presente administración, es uno de los principales logros, lo que
ha beneficiado a comunidades que estaban huérfanas de las inversiones
municipales y que en el actual período han contado con la ejecución de las
obras asignadas a cado sector.
Que en la ciudad Santiago de los
Caballeros en barrios y urbanizaciones se ha hecho sentir con grandes
atractivos, como murales de ciudad, obra cultural que ha repercutido a nivel
nacional e internacional.
Erradicó el alto grado de
contaminación que existía en la ciudad por el gran cúmulo de basura en todas
partes, llegándose a contar más de 2 mil vertederos improvisados.
Se ha establecido un eficiente
programa de limpieza y recolección de los desperdicios sólidos, que no da
tiempo a que se acumule la basura; camiones recolectores frecuentan los barrios;
urbanizaciones y el centro de la ciudad permanece limpio las 24 horas.
Los altos grados de
higienización hicieron prácticamente desaparecer las enfermedades infecto
contagiosas y respiratorias, fruto de la humareda del Vertedero de Rafey, que
se mantenía incendiado e inundaba de humo toda la ciudad durante el día y la
noche, mientras los hospitales estaban abarrotados de personas afectadas por
dengue, chikungunya, afecciones respiratorias y de la vista.
Ha ejecutado planes de
señalización de calles y avenidas en toda la ciudad, incluyendo sus barrios que
ahora lucen como si fuesen urbanizaciones, tales son los casos de Los
Ciruelitos, Camboya, Los Salados, Pueblo Nuevo, Los Pepines y Nibaje, entre
otros sectores.
Transformó la entrada de la ciudad y mantiene activos sus planes
de vigilancia y monitoreo en todo el polígono.
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