La Doctora Ibeny Peralta disfrutando el aire y las maravillas del complejo arqueológico de Machu Picchu, en Perú, dotado de bosque húmedo en la selva alta del Cusco, y circundado por el Río Vilcanota.
Por
Manuel Ramírez.
Santiago, R. D.-La virtud en los seres humanos no solo se enseña, sino que se hace impostergable que se inspire.
Este 12 de febrero, justo es, dedicarle los parabienes y éxitos a la brillante e inteligente doctora Peralta Gómez, un extraordinario ser humano.
Es de las
personas que profesan el ideal digno en todos los escenarios de la Universidad
de la Vida.
Por su gesto humano, hay que resumir para ella una filosofía de vida próspera y de muchos éxitos en la vida.
En ella queda mucho trecho por recorrer, por lo que nos reverenciamos a Dios mucha salud, éxitos y bendiciones.
Desde aquí, profesamos el mejor de los éxitos en lo personal, profesional, social, particular, familiar, en virtud de que hay un proceso por aprender, compartir, crecer y vencer los contratiempos que suelan surgir en el trayecto de la vida terrenal.
Cada ser humano debe sopesar muy bien cuando se piensa en el éxito, porque la clave en la conclusión de algo, es, la palabra “principio”.
En este maravilloso día, que hay que sembrar y cultivar en jardines fértiles, ya que esta necesidad nunca acaba y jamás está terminada.
Cada conclusión es un principio.
El bienestar de cada ser humano es la cosecha de nuestra productividad.
Podemos
levantar la productividad de otros, y con el vivir gozando de buena vida, en
que la persona de principio puede vivir y gozar de los frutos del trabajo sin
culpabilidad ajena.
Pido a la doctora Ibeny Peralta hay que ayudar a los que menos tienen como ella lo hace.
La doctora Ibeny Peralta es una médico que ejerce su labor tipo sacerdocio, con amor, con responsabilidad, que usa minutos extras para escuchar bien al paciente en su historia clínica.
Es una doctora que aplica la medicina sin dejar de atender al ser humano, a esa persona que tiene adelante que muchas veces necesita de una palabra de aliento.
Ella es de las profesionales que aplica un remedio bien administrado que puede curar, aunque una palabra de aliento es un bálsamo para el espíritu.
Luchar por conquistar sueños que cada humano se traza en la vida.
Los padres de familias deben tratar a los hijos con amor, porque es el valor de todos y este es un don que Dios nos ha dado.
Es natural, incondicional, en el sentido de que no pregunta, no exige, no compara, no mide distancia, ni tamaño.
Es bien sabido de que si el ser humano no tiene valor, nada tiene que dar ni compartir con los demás, pero las semillas de la grandeza es como una carta personal.
Disfrute la vida.
¡Felicidades¡ doctora Ibeny Peralta
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