Santiago, R.D.- Debía ser de
prioridad que el gobierno de Luis Abinader, instruya a la Dirección
de Salud Ambiental, dependencia del Ministerio de Salud para que investigue la
proliferación de envasadoras que venden de agua y en los garrafones sin registro sanitario, dirección, teléfonos y otros
requisitos.
Además de la carencia de esas
exigencias, el precio ha sido elevado a 50 y 55 pesos con envases más pequeño,
de mala calidad, diámetro reducido.
Estos productos se venden en Minimarket
y colmados barriales y las autoridades de Salud Pública, al parecer no realizan
las investigaciones.
Al surgir la pandemia de la
Covid19, aparecen desaprensivos que realizan maniobras estafando a los
ciudadanos.
El botellón que era vendido a 40 pesos ahora cuesta 50 y 55, cuyo tamaño ha sido reducido, el seguro en la tapa es muy frágil, inestable, inseguro, material de mala calidad y no resiste presiones.
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