En un sistema y gobierno vulnerable, el muchachito venció el poder, también, al presidente Luis Abinader que está tan dolido, aunque modifique la Constitución no se atrevería volver a aspirar.
Santiago,
R.D.-El fenómeno político Omar Fernández, su victoria a senador en el Distrito
Nacional postulado por el PLD, Fuerza del Pueblo y aliados, concitó mayor impacto
social que el obtenido en Santiago por de Daniel Rivera del oficialismo.
En
contra de Omar Fernández, estaban batallando partidos adversarios, empresarios,
sectores religiosos y hasta a su padre Leonel Fernández, el tres veces
presidente de la República.
El demoledor triunfo de Omar Fernández, ha sido tan contundente, que al decir de
ciudadanos de Santiago, con esa aplastante victoria del "muchachito", se llevó
mayores lauros que los logrados por la misma reelección de Luis Abinader.
En el
país solo se habla del triunfo de Omar Fernández; con ello, opaca la victoria
del oficialismo y su avasallante poder.
De
plano, al fin y al cabo, esa victoria del PRM y Luis Abinader, se prevé los
afectará esos próximo cuatro años de gestión, que ha dicho no volverá aspirar
aunque cambien la Carta Magna.
La
repostulación de Luis Abinader; su Partido Revolucionario Moderno-PRM-, concitó
tan impacto en la sociedad, porque, desde hace dos años, con el poder que posee
sus aspiraciones se estuvo batiendo como el cobre en caldera sometida a 4 mil
grados.
Además,
otro efecto que quitó brillantez a la repostulación del mandatario en el PRM fue
el “avasallamiento” y “mudanza” de dirigentes de otras agrupaciones hace dos
años antes de esos comicios de febrero para alcaldes, alcaldesas,
vicealcaldesas, directores, concejales.
Más, el
19 de mayo 2024, para presidente, senadores y diputadores, lo que generó
desánimo, poco interés en miles de votantes al negarse ir a las urnas, cuya
abstención, en ambas oportunidades, se percibe fue muy elevada.
La
timidez de la oposición fue tal, en el PLD y FP la misión de militantes no era
luchar contra la reelección del presidente Luis Abinader, sino, ir a las urnas
a votar y luego medir quien obtenía más para acudir a una eventual segunda
vuelta electoral.
Hubo sufragantes
que se quedaron con el “moño de un solo lado”, porque ni votaron en primera
vuelta; pero, tampoco, se le dio el plan de hacerlo otra vez este mismo año
2024, ya que la Junta Central Electoral declaró la victoria de Luis Abinader en
el primer boletín que emitió.
Oficialista
estaban seguros ganarían en la primera, jamás el PRM solo, sino, anticipado, congregaron
partidos emergentes con la finalidad de asegurar el triunfo.
El
PRM no ganaba solo la primera vuelta y se cobijó en el aleo de partidos, cuyos
dirigentes están acostumbrados a disfrutar las mieles del poder; formalizaron
alianzas temprano; “amarraron la chiva” con sobrado tiempo ante la lentitud de
opositores que se quedaron “sin pito ni flautas”.
¡Hasta luego mi compadre!
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