Por: Ángel Berto Almonte
En Mao, R.D.- El desorden del transporte público en el municipio de Mao, provincia Valverde, continúa siendo un dolor de cabeza para los munícipes que se desplazan como peatones y para aquellos que utilizan sus autos privados para moverse a determinado lugares.
La pasada
administración de la alcaldía, que por doce largos años fue dirigida por el
doctor Odalis Rodríguez, y las demás autoridades, les fue imposible controlar
el caos existente en la mencionada demarcación por los choferes de las
denominadas Margaritas ilegales y los motoconchos.
A estos
también se le suma los jóvenes a quienes han bautizados «calibradores de
motocicletas», que no son más que temerarios al volante.
El actual
gobierno municipal tiene la responsabilidad de poner orden en la casa, trazarse
un plan de trabajo serio en coordinación con la Dirección de Seguridad de
Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) para frenar el comportamiento de los
imprudentes al volante.
Hay
quienes señalan que el aumento explosivo de esos fenómenos se debe a la
facilidad creciente de acceso a automóviles y motocicletas, fruto del aumento
del poder adquisitivo de las clases socioeconómicas de medianos ingresos, el
mayor acceso al crédito, la reducción relativa de los precios de venta, pero
esto ha generado un caos en Mao.
Varios
conductores en este lugar muestran poco respeto por los demás, con quienes
comparten las vías en este municipio.
Los
llamados margariteros y motoconchos, intentando ahorrar algunos segundos de
tiempo de viaje, tratan de imponerse en las intersecciones, bloqueándolas y
generando terror en su forma de conducir.
En honor
a la verdad, hay una compañía en Mao del llamado transporte alternativo
(margarita), que preside el señor Juan Miquel Tineo (miguelito), pionero en el
negocio, quien opera con toda la de la ley, otros andan en las calles «como
chivos sin ley».
Por
ejemplo, la calle Duarte a partir de la esquina Talanquera hasta llegar al
parque Amado Franco Bidó, hay que salir de su casa confesado, en esta vía, los
motoristas les rebasan a los autos por ambos lados, sin que las autoridades le
presten atención a este acto “endemoniado” de quienes en nada le importa la
vida de aquellos seres humanos que manejan a acorde con las leyes de tránsito.
El recién
electo alcalde Yohendy Jiménez Bonilla y su equipo de trabajo tienen un plato
fuerte, que es buscar la forma de controlar a los violadores de las leyes de
tránsito terrestre, deben coordinar con la Digesett y darles a los infractores
por donde más le duele, por el bolsillo.
Asimismo,
agregarse otras serias consecuencias que afectan severamente las condiciones de
la vida urbana, entre las que se cuentan la incrementada contaminación del
aire, provocada por el consumo de combustibles mesclados con otras sustancia,
para provocar un ruido ensordecedor, esta práctica la aplican los jóvenes
que usan las motocicletas calibradas.
En Mao,
el 75% de quienes tienen un guía en sus manos, no respeta la señal de Pare y mucho menos los escasos
semáforos con que cuenta la ciudad, por ejemplo, si un chofer se detiene en una
luz roja, el que viene detrás le toca bocina varias veces para que se mueva,
pero no se queda ahí, también le menciona hasta su madre.
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