Nació en la ciudad de Santo
Domingo, el 19 de enero de 1936 cursando sus estudios primarios y secundarios
en el Colegio Dominicano De La Salle.
Estudió en la Academia Naval de la Armada Dominicana; militares, en la academia batalla Las Carreras.
A nivel de grado cursó las
Carreras de Pedagogía, Psicología y Estadística en las Universidades Autónoma
de Santo Domingo y en la Autónoma de Madrid.
Posgrado sobre Planificación
Estratégica y Financiamiento de la Educación en la Universidad de Nuevo México,
Estados Unidos, Maestría en Educación Superior en la UASD.
Tambien, especialización en Evaluación, Planeamiento Universitario en la Red Internacional de Evaluadores (RIE), organismo de la Unión de Universidades Latinoamericanas y del Caribe (UDUAL).
Jesús de la Rosa se inició en la
educación al finalizar la revolución de abril de 1965 y en la UASD, ingresó
como profesor provisional en 1967 en las asignaturas de Filosofía, Pedagogía y
Estadística.
En su larga trayectoria uasdiana fue director fundador del Centro Universitario Regional Suroeste de la UASD con sede en Barahona y vicerrector académico en el periodo 1987-1990.
Delegado de la UASD en decenas de conferencias y seminarios nacionales e internacionales; autor de libros de texto y en 1983 ganó el Premio Nacional de Didáctica por su obra “Estadística Psicopedagógica”.
En el 2000, ganó el Premio Nacional de Periodismo por sus artículos titulados “Políticas de Financiamiento de la Educación Superior”; en el 2002 obtuvo de nuevo ese mismo galardón, en esa ocasión por su serie de artículos titulados “La Educación Dominicana”.
En el 2005, Jesús de la Rosa conquistó
el Premio Nacional de Historia, modalidad testimonio, por su obra “La
Revolución de abril de 1965”.
Ocupó cargos de alta importancia
en gobiernos siendo secretario de Deportes; asesor educativo del Poder
Ejecutivo; de Educación del Senado de la República y miembro del Consejo de
Educación Superior.
Mientras en la UASD desarrolló
carrera docente de manera ininterrumpida ni para cambiar su cercanía con sus
amigos ni mucho menos con los miembros de la familia universitaria.
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