Montecristi, R.D.-Gran pérdida significa la muerte del médico y filántropo egresado de escuela de medicina en Cuba, doctor Manuel de Jesús Burgos Rosario, quien intervino en la salud de miles de personas.
La muerte del naturista se
produjo tras serios quebrantos de salud, quien era nativo del paraje Copey,
provincia Montecristi.
Era de vocación, servidor,
entregado en cuerpo y alma a la recuperación de sus pacientes.
Consagrado, íntegro, armónico,
alcanzó la fama de restablecer, convalecer y aliviar el dolor ajeno a muchos
enfermos.
Tenía un pequeño consultorio
contiguo a la casa antigua hecha de tablas de palmas, con una camilla, sillón, estetoscopio,
colgado al cuello, una computadora con unos años arriba, instrumentales médicos
antiguos que utiliza con gran destreza, en el observatorio clínico.
Prestaba atención esencial a
la historia clínica de sus pacientes, por lo que el doctor Manuel de Jesús
Burgos Rosario, era un médico con amplios conocimientos del cuerpo humano.
Ponía empeño, esfuerzo, cuidados
a sus pacientes, porque ejercía con vocación y pureza el ejercicio de la Medicina
al servicio de los enfermos necesitados, haciendo honor a las nobles
tradiciones de la profesión médica, de que primero la “salud y la vida”.
Atendía cada día a 40 pacientes
de toda la Región Noroeste que acudía a su consultorio.
Los procedimientos quirúrgicos
los hacía en su consultorio y los complejos los refería a otros de mayor nivel.
Quien sería consultado por el
doctor Manuel de Jesús Burgos Rosario, debía llegar temprano.
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