
Marcelo Peralta
Por Manuel José Ramírez.
Santiago, R.D.-El periodista y gremialista Marcelo Peralta, instó
a los dominicanos dotados de sensibilidad humana que practiquemos la empatía como
valor esencial que den ejemplos asertivos a los afectados del COVID 19 y a sus
familiares.
El pasado sobreviviente de un Accidente Cerebro Vascular-ACV-
dijo que no existe mejor medicina para el ser enfermo que lo traten con valor
en los momentos difíciles y escuchar palabras revestidas de ánimo, esperanza, pasión,
altruismo y positivismo.
Contrario, es, dice Peralta cuando asisten personas al lecho
de los enfermos a llevar desaliento, egoísmo, antipatía que en vez de
levantar el espíritu lo hacen deprimir.
Hace saber que la empatía es
afectiva haciendo sentir valorada a la persona que sufre postrado en una cama padeciendo
dolencias corporales.
Indica que cuando las personas llevan buen ánimo a la cama de un
paciente recibe energía mental que contribuye a su recuperación.
Contrario, sucede, con los pesimistas que no se conduelen del sufrimiento ajeno, le hace “mella” solo
con su presencia, crea desánimo y y desencadena reacciones fisiológicas graves.
El pasado Vicepresidente Nacional del Instituto de Previsión y Protección
del Periodista -1PPP- 2011-2013, subraya que la empatía cognitiva depende de la capacidad de comprender la postura
de la otra persona que es como el refrán de “ponerse en sus zapatos”.
Cree que el ser humano debe tomar conciencia social, valor al que
se ha caído y tratar de ayudarlo a levantarse.
Entiende que ante los embates del coronavirus, se impone el
reforzamiento de los nexos de solidaridad,
el valor humano por
excelencia como se caracteriza el dominicano.
Subraya que cada dominicano debe ablandar su corazón y colaborar
de manera mutua, con el sentimiento que lo caracteriza a la hora de las vivencias
y experiencias difíciles tocan al prójimo.
Peralta considera que el objetivo es inspirar valor, fuerza,
confianza, autoestima para recuperar los sueños de vida en las que ha sido
víctimas del COVID 19 quienes sean recuperado por su perseverancia y fe en
Dios.
Aduce que humano que ha sido “blanco” de enfermedades letales
lleva en sus adentros grandes frustraciones difíciles de borrar de “golpe y
porrazo”, sino que amerita tiempo, respeto, compresión y solidaridad que
contribuyan a traspasar fronteras y que le permita mantener su naturaleza de
ser social.
Insta a promover la solidaridad entre los humanos, fomentar
la unidad, propiciar el sentimiento noble, para lograr, en el transcurrir del
tiempo, un eficaz y buen funcionamiento social, normal, entre los afectados de
cualquier tragedia, sus conciudadanos haciéndolos partícipe de que todo son una
misma familia.
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