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Reynaldo Peguero |
En planificación
estratégica y epidemiología de prevención de mortalidades se conoce que cuando
la cantidad de partos que se atienden en un territorio ocurre en las entidades
de salud, la mortalidad infantil y materna se reduce drásticamente. En
nuestro caso, en los hospitales públicos y clínicas privadas acontece más del
95% de los partos. Sin embargo, las mortalidades evitables en niños y mujeres
embarazadas no ha parado de crecer; o peor aun no se ha reducido como se
esperaba.
La estrategia 2020 de lograr un Santiago Incluyente, Cultural
y Saludable en materia de mortalidad infantil y materna no podrá alcanzarse. Al
2010 Santiago acumulaba una tasa de mortalidad infantil de 23 defunciones de
niños menores de 1 año por cada mil nacidos. Es decir fallecían cada año en la
provincia Santiago, alrededor de 450 niños recién nacidos, de los cuales más
del 80% se concentraba en la ciudad de Santiago. Con la mortalidad materna
sucede otra grave crisis. En 2010 calculamos que fallecían en Santiago 116
mujeres por cada 100 mil nacimientos.