Murió a los 100 años de edad, don Piringo Sosa, estrella que alumbró con carisma a Sabaneta.

Fue un icono, sostén y equilibrio de una familia noble.

Por Marcelo Peralta mperiodista19582@hotmail.com

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Acogiendo la expresión del que hombre de trabajo y extraordinario padre de familia" se describe como hecho tangible, tomando de don Piringo Sosa, que falleció este lunes en Santo Domingo a la edad de 100 años.

Estuvo casado con la maestra Nelly Gonzalez, aunque nativa del municipio Sabaneta, provincia Santiago Rodríguez, fallecida recientemente, también, en Santo Domingo.
Procrearon a Sonia, Idelma, Kaquin, Nelson, Ilcania, Faridys Sosa Gonzalez.

Jose Joaquin Sosa Abreu, nacido hace 100 años en el municipio San Lorenzo de Guayubín, en la provincia Montecristi, sus padres se radicaron en Sabaneta, provincia de Santiago Rodriguez, en la región Noroeste.

Fue versátil y polifacético, de llegar a ser extraordinario integrante de la academia de música que era la preferida del presidente Rafael Leomidas Trujillo Molina para interpretar el Himno Nacional en eventos oficiales gubernamentales en el país.

Era hermano de Mauro Sosa Abreu y la señorita Antonela Sosa Abreu, maestra consagrada fallecida hace poco tiempo, quien fue dueña del Instituto Comercial San Rafael que formó cientos de jóvenes en Contabilidad, Mecanografía, Archivo y otras áreas de saber.

Don Piringo Sosa Abreu una persona sobresaliente en áreas de la platería, construcción, música, entre otras.

En su labor ocupacional, con excepcional rol paternal, fue ejemplo de esfuerzo, valores, respeto, amor familiar, respaldo a sus hijos y seres queridos de su entorno.

Mantuvo la responsabilidad laboral con dedicación a la familia, como fuente de inspiración. 

Siempre basado en esfuerzo, honestidad, constancia, compromiso, voluntad de superar obstáculos, desafíos para asegurar el bienestar del núcleo familiar y alcanzar metas de convertirlos en profesionales. 

En la demostración práctica, siempre actuó con perseverancia llevando a sus vástagos a estudiar y prosperar.

Impregnó amor profundo y cariño constante a sus descendientes, expresando apoyo, guía y acompañamiento en cualquier circunstancia. 

Como padre introdujo a la familia educación en valores, enseña, transmitio valores importantes, esfuerzo, gratitud, respeto que sirvieron de sostén, plataforma y equilibrio, ayudado por su compañera sentimental, la maestra Nelly Gonzalez, ida a destiempo.

Don Piringo Sosa fue de los padres que ofreció apoyo en cada tropiezo hasta ver a sus hijos lograr objetivos principales para trillar el porvenir.