Por Marcelo Peralta.
Sabaneta, Santiago Rodríguez, R.D.-Miembros de la
Mesa de Coordinación Interinstitucional que está integrada por el Poder
Judicial, Procuraduría General de la República, la Dirección General de
Servicios Penitenciarios y Correccionales y la Defensa Pública, deberían preocuparse
por las condiciones de los presos de la cárcel de aquí.
En la apretujada cárcel que opera en la Fortaleza
General Santiago Rodríguez, decenas de dominicanos y haitianos violadores leyes
están “encerrados”, “apiñados”, “carentes de espacios”, “para dormir deben hacer
turnos”, situación que podría desencadenar un desastre humano patológico.
De ocurrir una catástrofe humana, familiares de los
confinadlos culparían al Estado por la indolencia de las autoridades, locales y
nacionales; deficiencias del sistema político, económico y carcelario, cuyos
responsables solo hacen las inversiones en ciudades de mayores poblaciones
habitacionales.
El lugar fue construido en principios para privar
de libertad una reducida cantidad de personas que violaban leyes establecidas
por la Constitución de la República, sin embargo, hasta el día de hoy es muy
alta la cantidad de seres humanos soportando las inclemencias de un sistema
carcelario deficiente y cumpliendo condenas por delitos cometidos.
La actual población carcelaria existente en la
Fortaleza General Santiago Rodríguez, ubicada en la calle Pedro Thomas, número
56, frente al parque maestro Juan Rosado Capellán donde no ha llegado la
modernidad es escalofriante la cantidad de presidiarios haitianos y
dominicanos.
Sin embargo, debido a la falta de espacio, allí
están juntos “mansos y cimarrones”, “apiñados” y “pudriéndose” debido a las
condiciones de insalubridad atribuido a las indolencias de las autoridades
carcelarias que dirigen el sistema carcelario, quienes solo se interesan por
las cárceles en las grandes ciudades, a pesar que todas las provincias pagan
impuestos al Estado.
Cansadas de “arrodillarse” están las autoridades de
aquí antes la Procuraduría General de la República y la Dirección General de
Prisiones pidiendo humanizar a los presos, pero sus palabras se las lleva “el
viento”, caen en un “vacío” y se las traga el Desierto de Sahara, ya que nadie
en las altas instancias los escucha.
Desde que la provincia de Santiago Rodríguez fue
creada en 1948 y San Ignacio de Sabaneta se convirtió en el municipio cabeza se
ha venido luchando por mejores condiciones del entorno sin que sus voces tengan
“ecos” en las esferas del Estado.
En ocasiones, los procuradores generales de la
República solo hacen promesas vanas de mejoría al sistema tradicional de
prisiones tanto en esta provincia y otras era arcaico porque existe desde la
época de la dictadura de Rafael Trujillo Molina.
Además, que es un sistema obsoleto que vulnera la
dignidad de los seres humanos, negándoseles hasta la rehabilitación.
Son muchos los procuradores generales que ha tenido
el país y ninguno se han preocupado por lograr humanizar a los presos en
Santiago Rodríguez, quedando todo en “palabrerío”.
Al salir de su cargo y llenarse los bolsillos de
dinero, los procuradores generales de la República no han querido entender ni
enfrentar el problema de esa cárcel.
En ocasiones se gestionó y prometió una nueva
cárcel en la zona de Zamba al Norte de la ciudad de Sabaneta quedando en el “limbo”.
Las actuaciones condiciones del recinto debería ser
de vergüenza para quienes han dirigido el
sistema judicial.
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