Doña Verónica Rodríguez recibió de una pariente la suma de 3 mil dólares para pagar deudas contraídas y ha sido degollada por delincuentes en su casa del municipio Licey al Medio, provincia Santiago.
Asesinato ministro de Medio Ambiente y delegado electoral del partido de gobierno doctor Orlando Jorge Mera y lincuencia callejera indetenibles en el país.
Santiago,
R.D.-Las muertes trágicas, robos, atracos, asaltos,
inseguridad, accionar de la fábrica de delincuentes matiza y quebranta paz en la
República Dominicana y las tímidas medidas del gobierno no causan efectos en el
país.
En la
patria de Juan Pablo Duarte, sus moradores viven una nebulosa que cada día se
cierne con fuerza, impactando a ciudadanos sin prever cualidades, posiciones
religiosas, sociales, académicas, condiciones de salud, color de la piel, sexo,
tamaño ni vecindad.
Observar
a la gente en República Dominicana se ve perturbada, cualquier le rastrilla un
arma de fuego en la cara, vehículos de alta gama sin placas, un país sumido en
el caos, desesperación, jóvenes sin oportunidades, sin horizontes llenos de
limitaciones con tendencia a subir, fenómeno que empuja a delinquir.
La fábrica
de delincuentes existente en la República Dominicana acciona a pesar de la
medida del gobierno de Luis Abinader de lanzar patrullaje mixto de policías y militares
en prevención a desórdenes.
Pese
a ese volumen de policías y guardias patrullando calles céntricas, sin embargo,
descuidan los barrios que son lugares donde se esconden de días y noches
quienes delinquen.
Adolescentes y jóvenes están en las calles abiertamente cometiendo robo está las guariras de delincuentes y el afán de enriquecimiento “rápido” está convirtiendo a República Dominicana en un país invivible.
Muertes
violentas, incremento de hechos trágicos, continuados con la ola de robos,
atracos, asaltos, inseguridad, acciones de la fábrica de delincuentes matizada quebranta
por adolescentes con edades que oscilan entre 14, 16, 18 hasta 24 años, alteran
la paz colectiva en el país.
Las
calles de República Dominicana a diario son teñidas de sangre de ciudadanos
atracos, asesinados por bandas de forajidos que están más preparados que
miembros de organismos de seguridad del gobierno de Luis Abinader.
Muchas
de las acciones delictivas son motorizadas y ejecutadas por miembros activos y
exagentes de esos organismos a los que contribuyentes pagan impuestos al
gobierno para cuidar al pueblo y los asesinan.
En
muchas esferas del gobierno tienen “bocinas” para acallar al pueblo a mantener
el silencio respecto a las ocurrencias de novedades violentas, sin que haya régimen
de consecuencia.
Funcionarios
y legisladores oficialistas orquestan planes creando legislaciones con miras a
colocar mordazas a la sociedad y medios de comunicación creando leyes.
Al
darse a conocer las pretensiones de una senadora oficialista de la frontera con
Haití que ha introducida una moción para acallar a la sociedad, lo que ha sido
rechazada generando críticas acerbas contra el gobierno de Luis Abinader, haciendo
qie pierda popularidad.
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