Hace un mes, recorriendo la Bahía de Samaná,
pude comprobar el daño ocasionado por las llamadas “licuadoras”, un método que
extermina los pequeños peces y todo lo que encuentra en el fondo del mar, y que
es utilizado por pescadores, que van desde Sánchez hasta Los Haitises.
Esta gestión al frente del Ministerio de
Medio Ambiente y Recursos Naturales hemos declarado que este tipo de pesca es
violatoria de la ley, y por tanto, los pescadores que cometan este delito,
serán sometidos a la justicia.
De igual manera, una semana
atrás, observé como en las costas de Azua y de Baní, habían “chinchorros” o
“rastras”, que son otro método criminal sancionado por la ley, que pesca
indiscriminadamente todo lo que encuentre. Ambos métodos, la “licuadora” y el “chinchorro”
afectan sustancialmente la flora marina, de vital importancia.
Los anteriores esquemas de pesca, a toda luces ilegal, provocan que uno de las principales víctimas sea el pez loro, que es un pez que está bastante cerca de la costa, muy cerca de los arrecifes, y de fácil captura, razón por la cual es uno de los favoritos de los pescadores.
Sin
embargo, la pesca del pez loro está prohibida por el Ministerio de Medio
Ambiente, mediante la resolución 023-2020 que sanciona la captura y
comercialización de peces loros y doctores, consideradas especies de vital
importancia para la supervivencia y conservación de la biodiversidad marina.
Con la resolución, un total de 12 especies de peces loros pertenecientes a la familia “Scaridae”, así como 4 especies de peces doctores de la familia “Acanthuridae” estarán en veda por espacio de un año la cual podría ser extendida con previa evaluación.
Algunos se pueden
preguntar ¿qué tiene de importancia el pez loro que debe prohibirse su captura
y comercialización?.
Los peces loro “descargan” hasta 100 kg de arena blanca al año por cada año de sus vidas. Los peces loro más grandes son como fábricas de arena, produciendo más de una tonelada de arena por año.
Cuando consideramos el impacto durante miles de años, imagínense la cantidad de
hermosa arena blanca que los peces loro podrían producir si se les permitiera
vivir y no se consumieran. Esto es muy importante para evitar la erosión de las
playas.
Los peces loro son especies importantes en
el mantenimiento y bienestar de los arrecifes de coral, pues su actividad de
herbivoría ayuda a controlar el crecimiento de macroalgas que compiten con los
corales y que pueden afectar la resiliencia de los arrecifes si se genera un
aumento masivo de éstas.
Con educación, y la aplicación de la ley,
salvemos al pez loro.
Por.
Orlando Jorge Mera
orlandojorgemera@yahoo.com
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