Por Marcelo Peralta, Luis Amilkar Gómez y Félix Jacinto Bretón.
Santiago, República Dominicana.- El mundo del fútbol está
conmocionado. En la República Dominicana también.
Argentina hay tres íconos: “Cargos
Gardel” de la canción 20 años no son nada; la política “Evita Perón” y el futbolista
“Diego Armando Maradona Franco”.
El tango de Carlos Gardel
cala en los corazones de millones de
humanos en el mundo, cuya muerte se produjo en un "raro accidente de avión" el
día 24 de
junio de 1935.
Evita Perón,
adquirió fama cuando en el año 1947 impulsó y consiguió la sanción de la Ley de
sufragio femenino, la cual buscó la igualdad jurídica de los cónyuges, la
patria potestad compartida a través del artículo 39 de la Constitución.
Ella, falleció debido al
cáncer de cuello de útero que padecía el 26 de julio de 1952, a la edad de 33
años.
Este miércoles 15 de
noviembre del año 2020 muere el único ícono argentina que quedaba vivo el
futbolista “Diego Armando Maradona”.
Su muerte aguijonea el alma de millones de sus
seguidores.
Diego Armando Maradona Franco más que un jugador ganador de fútbol fue un revolucionario.
Nació Buenos Aires, en la
ciudad Dique de Luján en el año 1961.
Murió este miércoles 25 de
noviembre del año 2020 a la edad de 60 años.
El astro falleció de un
paro cardiorespiratorio en su casa en Buenos Aires, dijo su abogado a la prensa
local.
Brillante futbolista y diestro entrenador.
Cuando jugaba se desempeñó como mediocampista ofensivo.
Más reciente, en el año 2019, dirigió al
equipo Gimnasia de La Plata de la Primera División de Argentina
Considerado uno de los futbolistas argentinos
más grandes de la historia, comparado a menudo con el legendario el Rey Pelé.
Tenía excelentes habilidades con el balón y
su depurada técnica igualó al brasileño Pelé.
Maradona tenía un carácter era difícil, los problemas de
salud y la adicción a las drogas malograron parte de su carrera, aunque no
impidió que su genialidad brillase en numerosas ocasiones.
Al ganar en el año 1979 el campeonato
mundial juvenil con la selección de su país y triunfar dos años después en el
Boca Juniors, inició un periplo europeo que lo llevó al F.C. Barcelona en el 1982
al 1984.
Después a Nápoles 1984 hasta 1991 y el
Sevilla 1992- 1993.
Regresó a su tierra Argentina donde jugó en
el Newell's Old Boys y en el Boca Juniors antes de retirarse en 1997.
Con la selección Argentina participó en cuatro
mundiales y se alzó con el título mundial en el de México en el año 1986, en el
que tuvo una portentosa e inolvidable actuación.
Lo
apodaba “el Pelusa de Villa Fiorito”,
donde transcurrió su infancia y desde donde saltó a la fama.
Fichado por Argentinos Juniors, debutó en la
primera división en 1976, diez días antes de cumplir 17 años.
Siguió jugando en Argentinos Juniors hasta
1980.
Fue el máximo goleador de los torneos
argentinos de los años 1978, 1979 y 1980.
En el 1979 formó parte de la selección
juvenil que ganó el campeonato del mundo.
Llegado el 1981 pasó al Boca Juniors equipo
con el que salió campeón ese mismo año.
La aventura europea
Contratado
en 1982 por el Fútbol Club Barcelona por 1.200 millones de pesetas equivalente
a la suma de 7.2 millones de euros, una cifra astronómica en la época, donde consiguió
con los azulgranas la Copa de la Liga, la Copa del Rey en 1983 y la
Supercopa
de España 1984.
Contrajo hepatitis y una lesión perjudicó su
rendimiento.
De nuevo por una cantidad astronómica pasó
en 1984 al Nápoles, con el que ganó las ligas de 1987 y 1990, la copa UEFA de
1989 y la Supercopa de Italia de 1991.
Con
la camiseta del F. C. Barcelona.
Pasó
su etapa italiana contrajo matrimonio con Claudia Villafañe, de la que tendría
dos hijas, Dalma y Giannina.
Permaneció en el Nápoles hasta 1991, año en
que un control antidopaje detectó consumo de cocaína, por lo que fue suspendido
por 15 meses.
Luego detenido en Buenos Aires en una redada
policial.
El 28 de abril de 1992 quedó en libertad y
tuvo que afrontar una acusación de suministro y tenencia de drogas.
Su
carrera internacional finalizó tormentosamente en el Sevilla, equipo con el que
no llegó a completar la temporada 1992-1993.
Retornó a Argentina de su experiencia
europea, actuó en el club rosarino Newell's Old Boys 1993-1994 y al cumplir la
suspensión impuesta en 1994 por la autoridad futbolística internacional (FIFA),
volvió a vestir la camiseta de Boca Juniors en 1995, en una temporada irregular
en cuanto a su rendimiento.
Pero en octubre de 1997 anunció su retirada
definitiva después de, una vez más, dar positivo en un control antidopaje.
En
2008 fue nombrado director técnico de la selección argentina de fútbol, y su
gestión, como cabía esperar, fue controvertida: pese a contar con figuras de la
talla de Leo Messi a quien reconoció como su sucesor, el combinado albiceleste
no pasó de los cuartos de final en el mundial de Sudáfrica de 2010.
Su pobre trayectoria como entrenador
continuó en los Emiratos Árabes Unidos, Bielorrusia, México y al final en su
Argentina natal donde ejercía como técnico del Gimnasia La Plata.
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