El Mirador
Por Luis Céspedes Peña
A partir del 2007, el liderazgo regional, bajo
el timón de Santiago de los Caballeros, incrementó su lucha regionalista por
más inversiones públicas, lo que provocó el reagrupamiento de instituciones
económicas y sociales.
Y también se profundizaron los graves problemas internos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en Santiago, originándose posteriormente la renuncia del presidente de esa entidad en esta jurisdicción, Ángel Julián Serulle Ramia, quien fue sustituido por Ramón Ventura Camejo, quien logró una victoria electoral que parecía era del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en el 2008.
Ese mejoramiento del PLD aportó mucho a la
victoria de Leonel Fernández en las elecciones del 2008, gobierno que ya era
enfrentado por el Cibao, el cual se quejaba, a través de sus líderes, de que la
mayoría de las inversiones públicas eran realizadas en el Distrito Nacional.
Pero el PLD fue ignorando las causas que
comenzaban a carcomer la base de su sostenimiento en el gobierno, básicamente
en el exigente Cibao, responsable de aportarle al gobierno el 41 por ciento del
Producto Interno Bruto (PIB). Santiago, según lo afirmado por el presidente de
la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago, Sandy Filpo, aporta
el 17%, pero apenas recibe un 3 por ciento en obras.
En el 2012, el candidato presidencial del PLD,
Danilo Medina, ganó las elecciones nacionales, pero perdió en el Cibao. Las
exigencias del empresariado y parte del liderazgo del PLD por más inversiones
públicas se incrementaba en el Cibao, con Santiago dirigiendo, pero las
respuestas oficiales fueron muy tímidas.
En los tres gobiernos de Leonel Fernández, la
mayoría de las inversiones fueron para el Distrito Nacional. En el 2016, Danilo
Medina volvió a ganar las elecciones nacionales, pero también fue derrotado en
el Cibao. En el 2012 Danilo Medina ganó la Presidencia de la República, pero
perdió el Cibao.
En el 2016, Medina volvió a ganar las
elecciones, pero perdió el Cibao de Luis Abinader. En el 2020, el PLD
perdió en el Cibao las elecciones nacionales, con el agravante que también fue
derrotado en los comicios municipales y congresionales.
El PLD perdió dos de las senadorías que se
consideraban de las más fuertes a nivel nacional, como son las de las
Provincias de Santiago y Espaillat. Ahí fueron derrotados los senadores Julio
César Valentín y José Rafael Vargas Pantaleón.
Para fortalecer ese trabajo político, Abinader
escogió como su compañera de boleta a la empresaria Raquel Peña, quien es hoy
la vicepresidenta de la República. Con todo ese andamiaje, la oposición logró
bajar del poder al PLD.
Pero debemos ser realistas, porque hay que
admitir que el entonces Presidente Medina tomó la decisión de aumentar las
inversiones, a partir de la mitad de su segundo período en el Cibao, lo que
contribuyó a mejorar la posición del PLD en Santiago.
A los problemas citados, se le agrega que la
mayoría de funcionarios se olvidó de la base del PLD. E, incluso, millares de
peledeístas y aliados no pudieron ser beneficiados con los planes sociales del
gobierno, por falta de gestión de la mayoría de los altos dirigentes. ¡Ni
siquiera les tomaban el teléfono a los dirigentes o simpatizantes de la base,
porque sabían que era para tratarles problemas!
En el caso de Santiago, el PLD demostró su
fortaleza, porque retuvo sus seis candidaturas a diputados, aunque cambió a
casi todos los legisladores actuales del momento, para escoger a otros morados,
castigando, de manera severa, al senador Julio César Valentín, el cual perdió
de 70 a 30 por ciento de Eduardo Estrella, el candidato del Partido
Revolucionario Moderno (PRM).
Otro problema fue que la mayoría de los miembros
del Comité Político del PLD, no abrazó el movimiento reeleccionista a favor del
Presidente Danilo Medina, impulsado por Ramón Ventura Camejo, José Ramón Fadul
y Silvio Durán, los tres de Santiago. El Municipio de Santiago también
retuvo la poderosa Alcaldía Municipal en la figura del peledeísta Abel
Martínez.
Danilo Medina no optó por su repostulación, pero
estaba facultado, en virtud de que la Constitución de la República permite ocho
años consecutivos y el entonces gobernante sólo llevaba cuatro, luego de la
modificación.
Muchos de los dirigentes de la base de los
partidos políticos no quieren empleos, sino otras soluciones que están
disponibles en el Estado. A los problemas de la base del PLD, se le sumó la
forma negativa cómo el gobierno morado trató a la mayoría de medios de
comunicaciones aliados. Muchos programas y periódicos digitales vinculados al
PLD desaparecieron por falta de publicidad.
Los capitaleños dicen que los afectados fueron
más de 400 medios de comunicaciones, sólo en las grandes ciudades. Otros
sobrevivieron con muchas limitaciones, eliminando su personal hasta en un 90%.
El error principal fue concentrar en el Palacio Nacional toda la publicidad,
para manejarla como un negocio particular.
Es importante destacar la forma equilibrada que
manejó la publicidad el anterior director de la Corporación de Acueducto y
Alcantarillado de Santiago (CORAASAN), Silvio Durán, favoreciendo a comunicadores
oficialistas y opositores, lo que motivó el reconocimiento de parte de varias
instituciones de la comunicación, incluyendo al Colegio Dominicano de
Periodistas (CDP).
También hay que destacar la distribución
equitativa de la publicidad que hizo el Ministerio de Administración Pública
(MAP), que tenía como ministro a Ramón Ventura Camejo. ¡Del poco dinerito que
recibía para ese renglón!
El Presidente Abinader, del Partido
Revolucionario Moderno (PRM), bien enterado de esa situación, parece que está
decidido a convertir al Cibao en una “fortaleza política”, disponiendo
obras, ordenando soluciones a problemas comunes, reuniéndose con los diferentes
sectores y trasladándose a las diferentes comunidades cibaeñas, para tener
contactos directos con sus habitantes.
La gestión de Danilo Medina fue buena,
independientemente que en las investigaciones aparezcan cosas indebidas hechas
por algunos de sus funcionarios. ¡En un gobierno cada quien debe responder por
sus hechos! Hoy, el país tiene en la Presidencia de la República a un hombre,
Luis Abinader, que en la campaña electoral actuó de una manera muy distinta a
lo que está haciendo ahora con un alto grado de positivismo.
El mensaje más claro del Presidente Abinader en
su interés por mantener el apoyo del Cibao, es que su primer Consejo de
Gobierno lo hizo en Santiago. Al PLD le advertimos que debería postular un
candidato o candidata a la Vicepresidencia de la República de Santiago, si el
aspirante a la Presidencia, como ocurrió en todos sus períodos, no era del
Cibao. ¡Nunca lo hizo y pagó las consecuencias!
El actual gobernante es hijo del ex senador por
Santiago, José Rafael Abinader, y la señora Rosa Sula Corona, ambos del Cibao.
El jefe de Estado, que nació en Santo Domingo, parece que hará su carrera
política impulsado por la sangre cibaeña. Leonel Fernández es hijo de un
cibaeño, pero nacido en la capital. Sus principales obras, como Presidente de
la República, no favorecieron a esta región.
Danilo Medina distribuyó sus obras en todo el país,
pero no dejó satisfecho al liderazgo de Santiago, que exigía más en comparación
con su PIB, aunque ese ex gobernante, con lo que hizo como jefe de Estado, está
en el “ajedrez” empresarial cibaeño.
El Presidente Abinader, con esos conocimientos,
tratará de aumentar su posición política en el Cibao, que demostró, con sus
votos, ser un adversario del PLD, aunque le dejó una “ventana abierta” a Danilo
Medina. Aunque la Fuerza del Pueblo que dirige Leonel Fernández está haciendo
esfuerzos para tratar de fortalecerse, el Cibao parece que estará moviéndose
entre los liderazgos de Medina y Abinader.
La mayoría de los altos funcionarios
morados no hizo su trabajo político en las elecciones pasadas y su candidato
presidencial, Gonzalo Castillo, perdió las elecciones. El propio ex Presidente
Medina dijo que la mayoría de ellos no trabajó porque exigían dinero y más
dinero.
Si el Presidente Abinader sigue con su mismo
estilo, el PLD, que es la oposición del gobierno, tendrá que buscarse la forma
de cómo recomponerse, incorporando nuevas figuras a sus Comités Político y
Central, sean jóvenes o personas “maduras”.
¡Gracias por leernos!
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