Algunos se ahogaron y lo que llegaron a Puerto Rico el viaje se guayó, porque la Guardia Costera los atrapó y repatrió.
Eran supuestamente once migrantes dominicanos que viajaban en una
embarcación que naufragó en el canal de la Mona y aparecieron cadáveres en el
mar.
Quienes llegaron a Puerto Rico ni siquiera las luces pudieron ver ya que
desde la yola al barco marino y para atrás y otra vez agua adelante y agua a detrás.
La patrulla de la Guardia Costera HC-144 Ocean Sentry detectó una
embarcación sospechosa en aguas frente al Canal de la Mona.
Los guardacostas del sector San Juan desviaron a la embarcación de la
Guardia Costera Joseph Doyle para interceptar la embarcación.
Al llegar al lugar, la tripulación observó cómo se arrojaban paquetes de
la embarcación sospechosa poco antes de zozobrar.
Tras el rescate, los tripulantes del Joseph Doyle descubrieron tres
agujeros en el casco de la embarcación sospechosa que parecían haber sido
destapados para hundirla.
«La colaboración interinstitucional y la rápida respuesta de todas las
unidades permitieron rescatar a todos los inmigrantes y evitar una posible
tragedia», declaró en un comunicado el comandante Gerard Wenk, jefe de
respuesta del sector San Juan.
Según Wenk, «los esfuerzos por hundir la embarcación demuestran hasta
dónde pueden llegar los despiadados contrabandistas para poner en peligro la
vida de todos los que participan en un viaje».
No hay comentarios.:
Publicar un comentario