Más de 80 años de creada la Policía nunca se ha hecho una auditoría a sus arcas financieras.

Por Marcelo Peralta

Santiago, R.D.- La historia de la Policía dominicana desde el año 1936 cuando fue creado al 2021, es la primera vez en 80 años que las arcas financieras serán auditadas de manera externa.

Pese a sus orígenes etimológicos de “tener miembros decentes, bien formado, ordenado, respeto a la institución, seguridad ciudadana, sin embargo, la falta de transparencia desdice el rol de algunos de sus integrantes que han cometido acciones muy indecorosas.

La existente de muchos de sus integrantes ha sido devastadores porque han empañado su uniforme y el nombre de la institución, por sus acciones vergonzosas.

Además, el salario de “miseria” que reciben algunos miembros, conlleva que algunos de sus afiliados cometan delitos atribuidos a la desmotivación.

Un alto porcentaje de los agentes se rehúsan a velar por el mantenimiento del orden público; seguridad ciudadana, carencia de órdenes de las autoridades políticas, descortesía en la buena crianza, falta de urbanidad en el trato y costumbre inadecuada con que algunos de sus miembros actúan frente a la sociedad.

Al permitirse la filtración de la política partidista dentro de la Policía, con ordenamiento jurídico débil, un estado deficiente, gobierno con lagunas y debilidades calidades cívicas del individuo.

Se ha evidenciado en la vida práctica del pueblo dominicano y de algunos miembros de esa institución armada que en ocasiones no congenia con la sociedad civil, comportamiento heredado de los regímenes de Rafael Leónidas Trujillo Molina y Joaquín Balaguer la politizaron.

En los 12 años de gobierno de Joaquín Balaguer, en los destacamentos de la policía había letreros que anunciaban que los comunistas eran enemigos de la Policía y las Fuerzas Armadas, lo que decepcionaba, enfrentaba a la sociedad y a miembros de esos organismos.

Tras llevar 80 años de cultura rara; lesiones a la paz pública, atropello a la ciudadanía, cuando su misión principal la vigilancia de los ciudadanos, los bienes, propiedades públicas y privadas, algunos de sus miembros se han constituidos en una “vergüenza” que desmoralizan al más ignorante “pedazo de carne con dos ojos”.