30 mar 2021

Renuncia la cúpula militar brasileña en protesta contra el presidente Jair Bolsonaro.

Brasil,. Es la primera vez desde la recuperación de la democracia que cambia simultáneamente la jefatura civil y militar de las Fuerzas Armadas. La salida agrava la crisis de Gobierno emprendida por el presidente el lunes con el cambio del seis ministros.

Los jefes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de Brasil han presentado su renuncia este martes y serán sustituidos, según una nota oficial del Ministerio de Defensa.

Esta salida en bloque de la cúpula castrense se produce al día siguiente de que el presidente, Jair Bolsonaro, abriera una crisis de Gobierno que incluyó la destitución abrupta y sorpresiva del ministro de Defensa, el general Fernando Azevedo.

Es la primera vez desde la recuperación de la democracia que cambian simultáneamente en Brasil las cúpulas civil y militar de las Fuerzas Armadas. 

La renuncia los jefes militares es atribuida a las presiones de Bolsonaro para que se pongan de su lado en las batallas políticas agrava una crisis política que coincide con el peor momento de la pandemia, cuando el país bate récords de muertes y contagios de coronavirus.

El anuncio ha sido realizado después de que los afectados se reunieran este martes a primera hora con el ministro de Defensa entrante, Walter Braga Neto, un general que ya estaba en el Gabinete al frente de otra cartera.

El ultraderechista Bolsonaro, un militar retirado de 65 años, presiona hace meses a los jefes militares para que la institución le apoye en sus batallas políticas.

El ministro saliente y la cúpula de las Fuerzas Armadas quieren preservar la independencia.

Después de que Azevedo fuera destituido el lunes, los jefes del Ejército, Edson Pujol, de la Armada, Ilques Barbosa, y de la Fuerza Aérea, Antônio Carlos Bermudez, celebraron una reunión. 

La cúpula castrense está preocupada con los gestos autoritarios del presidente. Este busca forzar a las Fuerzas Armadas a que le apoyen con medidas de excepción en su batalla contra los gobernadores que están decretando confinamientos, cerrando el comercio, los colegios y las playas para reducir los contagios de coronavirus.

El presidente verbalizó sus presiones el pasado 8 de marzo: “Mi Ejército no va a obligar al pueblo a quedarse en casa”, dijo. Ese mi, el posesivo, levantó ampollas en las Fuerzas Armadas.

Es la mayor crisis con los militares brasileños, según Folha de S. Paulo, desde que el presidente Ernesto Geisel echó al ministro del Ejército en plena dictadura.


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