Santiago, R.D.-El excónsul general de Edwin Paraison, apeló este viernes a la comunidad internacional, a pasados y actuales presidentes, a premios nobél de la paz, convocar una conferencia mundial que ponga fin a la crisis política, social y el limbo constitucional en Haití.
Propone que la sede de esa conferencia internacional sea la República Dominicana por la experiencia que tuvo en la crisis venezolana y por su cercanía con Haití.
Sugiere que en la misma participen pasados y actuales presidentes; premios Nobél de la paz y personalidades de renombres.
Tilda de impostergable que para buscarle solución a la cuestión política, económica, social y de desorden en su país debe haber algún árbitro para dirimir y lograr un acuerdo en la discusión Constitucional en su país.
Hace la petición, ante el temor de que esas cuestiones se prolonguen a extremos incontrolables y afecte la armonía y sosiego que hay en la República Dominicana.
Paraison dice que en Haití hay una federación de pandilleros que si sus actos delincuenciales no son corregidos, la República Dominicana como su vecino más cercano podría verse seriamente afectada.
La propuesta de Paraison es que la propuesta de la conferencia internacional venga se otra nación enclavada en la Región del Caribe y que República Dominicana solo sea la sede de esa reunión.
El exdiplomático haitiano quien se quedó a vivir en este país, advirtió que el gobierno de su país caducó en el mes de febrero.
No obstante, subraya que media Jovenel Moïse nte el uso de la fuerza y violando la Constitución quiere mantenerse en el poder con el apoyo de grupos que están cometiendo abusos y destrucciones.
Hizo saber que grupos llamados los PHTK o “cacos pelados” son los responsables de los desórdenes, atracos, asaltos, secuestros que se pasean por las calles, que al ser apoyados por el gobierno no son apresados y siguen cometiendo todos tipos de abusos.
Explica que los balances de daños y atropellos escenificados en Haití son catastróficos, a la vez de temer que esas acciones vandálicas afecten en el porvenir inmediato la tranquilidad imperante en la República Dominicana.
Reitera que la situación de gobernanza de Haití está en un limbo constitucional, al ratificar que el mandato del Presidente Jovenel Moïse terminó en febrero pasado.
Aduce que el gobernante de su país alega que aún le falta un año y que “lamentablemente” su gobierno no tiene respaldo por lo que debe irse.
No obstante, afirma que hay grupos internacionales que lo apoyan lo que podría generar graves consecuencias.
Cita que hay segmentos de la Organización de Estados Americanos (OEA) que favorece que el presidente Jovenel Moïse siga en el poder, sin importar que el país está siendo destruido.
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