El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró su previsión de crecimiento para América Latina y el Caribe, en su más reciente informe de 'Perspectivas económicas: Las Américas'.
En el documento, el organismo multilateral
vaticina que la región tendrá un crecimiento de 3,5 %, 0,5 % más de
lo que había previsto en julio y 1% por encima de lo que estimaba
en abril.
El Fondo atribuye el pronóstico a "los sólidos
resultados observados en el primer semestre del año" y precisa que
las cinco economías principales de América Latina (Brasil, Chile,
Colombia, México y Perú) experimentarán un crecimiento conjunto de 3 % este
año, y de apenas 1,2 % en 2023.
"En el grupo de cinco economías grandes de
América Latina y otras economías de América del Sur, el repunte que se
inició en 2021 conservó su ímpetu a comienzos de 2022, apoyado por el alto
nivel de los precios de las materias primas", señala el documento.
¿Y en 2023?
El FMI destaca que, en los últimos tres
años, América Latina y el Caribe enfrentaron el impacto de dos 'shocks':
primero la pandemia del covid-19 y luego la situación entre Rusia y Ucrania.
Sin embargo, ahora el organismo considera que hay
un tercer 'shock', que es el endurecimiento de las condiciones
financieras mundiales.
En vista de esas circunstancias, que inciden en las
finanzas mundiales, el organismo multilateral proyecta que el crecimiento
se desacelere a 1,7 % en 2023, es decir, 0,3 puntos porcentuales menos que
lo pronosticado en julio en la región.
"Se prevé una desaceleración a finales de 2022
y en 2023 porque el producto está cerca de su nivel potencial en la mayoría de
los países y las condiciones externas están tornándose menos favorables",
detalla el organismo en su informe.
Del mismo modo, estima que el consumo y la
inversión privadas –factores que contribuyeron al crecimiento en 2021 y 2022,
cuando la demanda estaba reprimida por la pandemia– "tengan un papel más
discreto", al tiempo, pronostica que el consumo público y las
exportaciones retomen las tasas de expansión previas a la crisis
sanitaria del covid-19.
Asimismo, dice que estos acontecimientos ocurren a
medida que "las condiciones financieras mundiales más restrictivas frenan
la actividad interna, como resultado de menores entradas de capital,
mayores rendimientos y una desaceleración del crédito privado".
El FMI considera que la actividad económica en
la región también se verá afectada, sobre todo en los exportadores netos
de materias primas de América del Sur y el Caribe, por la moderación de los
precios de las materias primas, en un contexto de menor crecimiento mundial.
El proceso inflacionario
En la región, el organismo proyecta que la
inflación permanecerá elevada por algún tiempo y será de alrededor de 14,6
% a fines de 2022 (4,6 % más que lo pronosticado en abril) y de 9,5 % en
2023.
En países como Brasil, Chile, Colombia, México y
Perú, el índice de precios recientemente se situó en el orden del 10 %, un
máximo no registrado en los últimos 20 años.
"La inflación es la más alta registrada en dos
décadas", dijo el FMI. No obstante, el organismo elogió las medidas
adoptadas por las instituciones financieras locales para disminuir este
indicador.
"Se prevé que “la inflación” remita
gradualmente gracias a las contundentes medidas adoptadas por los bancos
centrales de la región", añade el Fondo en su análisis.
El organismo consideró que hubo una "rápida
respuesta de las autoridades monetarias de la región", elevando las tasas
de interés, y esto ayudó a "contener las presiones de los precios y a
mantener ancladas las expectativas inflacionarias a largo plazo".
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