Por Miguel Ponce
El emblemático lugar tiene un reloj que no funciona porque cancelaron al
técnico que le daba mantenimiento.
Un reloj que no da la hora y que la última vez que fue restaurado
ocurrió en 1995 y un contrato de concesión que aún no es rescindido, y la
necesidad de rehabilitación y potenciación, son de las necesidades urgentes que
requiere la fortaleza San Luis en Santiago como destino cultural y turístico.
Y es que desde hace más de veinte años ha existido el interés de reciclar la
fortaleza San Luis en Santiago, un importante espacio fundacional de la ciudad
luego del terremoto de 1562.
El general retirado, Damián Arias Matos, denuncia que el técnico que daba
mantenimiento al reloj para que estuviera en funcionamiento fue cancelado. El
general Matos dijo que el reloj inaugurado durante la presidencia de Ulises
Hereaux, lleva bastante tiempo fuera de servicio.
En tanto que el historiador Edwin Espinal lamenta que, a pesar de los
constantes reclamos, estas peticiones han caído en un limbo en el que se
sobreponen intereses encontrados por su gestión.
Espinal recuerda que el más reciente intento fue la visita del 27 de noviembre
de 2021 del presidente Luis Abinader a su museo, cuyo desarrollo y
modernización prometió apoyar.
En noviembre de 2019, una resolución aprobada por el Senado, iniciativa de Julio
César Valentín, de liberar sus espacios, no tuvo eco ni en el Estado ni en la
sociedad civil.
La fortaleza fue declarada Patrimonio Nacional mediante decreto 172-91, del 29
de abril de 1991, pero el Ministerio de Cultura, instancia competente para
preservar el patrimonio cultural tangible de la nación, así como para fomentar
su protección, conservación, rehabilitación y divulgación, de acuerdo con la
Ley 41-00, no concretado en planes o proyectos su interés por este lugar
histórico.
Tampoco lo ha hecho la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental ha asumido
la realización, coordinación y ejecución de iniciativas para la puesta en valor
de esta valiosa pieza del Patrimonio Monumental de la Nación.
La fortaleza está
a cargo del Ministerio de Defensa y allí operan la Dirección Nacional de
Control de Drogas, Digesett, un museo, un atelier para artistas plásticos y la
oficina para pensionados.
Espinal indica que, desde su creación por decreto 1557-04, del 16 de diciembre
de 2004, la comisión creada para la conservación, preservación y puesta en
valor de la fortaleza San Luis no se ha instalado ni reunido nunca.
La comisión está integrada por el Consejo Nacional de Asuntos Urbanos, que
ostenta su presidencia; el Consejo para el Desarrollo Estratégico de la ciudad
y el municipio de Santiago, el alcalde municipal, el gobernador de la provincia
de Santiago, el Centro de Estudios Urbanos y Regionales de la Pucmm, la
Dirección de Patrimonio Monumental, la Asociación de Tiendas de Santiago, Asociación
para el Desarrollo de Santiago y la Asociación de Comerciantes e Industriales
de Santiago.
El historiador resalta además la oposición mantenida por la Asociación de
Comerciantes e Industriales de Santiago a las iniciativas de transformación
cultural de la fortaleza
Por decreto 730-03, del 6 de agosto de 2003, el Poder Ejecutivo concesionó a la
ACIS la construcción, operación, explotación y administración de un edificio de
estacionamientos en la fortaleza San Luis, despojando así a la empresa
Colopark, beneficiada por decreto 1063-01, del 23 de octubre de 2001 con una
concesión por treinta años para desarrollar y administrar parqueos en ese
recinto histórico a un costo de 85 millones de pesos.
El decreto 1557-04 derogó la autorización otorgada para la concesión a la ACIS,
pero ésta sostiene que, si bien fue derogada, no fue rescindido el contrato de
concesión, aspecto al que se aferra para condicionar y permitir cualquier
intervención en el monumento.
En 2018 se planteó que la fortaleza sirviese como parqueo para los usuarios de
la extensión del Instituto Superior de Agricultura se instalará en el edificio
que ocupó la desaparecida Compañía Anónima Tabacalera.
Fortín visitado por turistas.
Recuerda que desde 2010, el artículo 64, numeral 4, de la Constitución
dispone que los bienes del patrimonio cultural de la Nación, cuya propiedad sea
estatal, son inalienables.
“Desde hace más de veinte años ha existido el interés de reciclar la fortaleza
San Luis en Santiago, en tanto espacio fundacional de la ciudad luego del
terremoto de 1562, apunta Espinal.
Su declaratoria como Patrimonio Nacional en 1991 daría inicio a ese proceso, el
cual tendría su punto de arranque con la restauración del reloj de su torre en
1995 por parte de la desaparecida Comisión del Centro Histórico, Monumentos y
Sitios de Santiago, con el auspicio de Empresas León Jimenes. Un segundo paso
en esta orientación lo fue el decreto núm.480-97, del 14 de noviembre de 1997,
por el cual se ordenó el traslado de Dirección Regional Cibao Central de
la Policía Nacional, que tenía su asiento en el fuerte, a la base en la que
operaba el Comando Norte de la Fuerza Aérea, en la avenida Bartolomé Colón.
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