Coronavirus convierte a San Francisco de Macorís en la ciudad del “escalofrío y en fantasma”.

 

Por: Narciso Acevedo.

Esta comunidad capital de la región nordeste que encabeza el listado de fallecidos como consecuencia del Covid-19 y con una gran cantidad de infectados, esta viviendo momentos difíciles, pues ha tenido que ver morir a importantes personalidades de la vida francomacorisana que hoy lloran su partida junto a otros que sin tener nombres sonoros también forman parte de la comunidad.

 Entrar a esta ciudad en el día es como si se tratara de llegar a una ciudad convertida en un cementerio de gente viva, ya que por doquier el tema obligado de los ciudadanos es comentar de aquellos que se fueron sin despedidas.

Durante el día en medio del dolor colectivo se nota un determinado movimiento comercial, que en horas de la tarde comienza a disminuir, hasta llegar las cinco.

En ese momento el toque de sirena desde lo más alto del Ayuntamiento Municipal  se observan las tropas de la Policía y el Ejercito de la República Dominicana salir a las calles de casería.

Buscar a ciudadanos que entienden que el Coronavirus es un juego y caminan por calles expuestos a ser apresados por los miembros de la policía y el Ejército.

Hombres y mujeres soldados de la Patria, que han abandonados a sus familiares para aportar a controlar la situación de la pandemia.

 

Las noches de San Francisco, ahora son diferentes, y en nuestras calles llenas de dolor solo las tropas salen diariamente a cuidarlas, apresando aquellos que tienen el valor de arriesgarse a estar en ellas.

Aunque, esta no es la ciudad del escalofrío, las noches son intensas, tristes, y desoladas, se han ido seres vivientes, que nos hacen recordar aquellas historias de la ciudad fantasma donde cadáveres se observaban en ella.

Transitar por las avenidas Libertad principal escenario de discotecas, colmadones, Car Was, barraras, centros de expendios de bebidas alcohólicas y la Presidente Antonio Guzmán se tropieza con un mundo diferente carente de estridencia, escasos de ‘’borrachos’’, que ponga jumear un mondongo, un plato de bofe a las tres de la mañana.