
Houston. Esta ha sido una
de las series finales de béisbol de Estados Unidos en que ninguno de los finalistas
pudo ganar en su propio estadio.
El último juego fue en el
estadio de los Astros de Houston en donde los Nacionales se coronaron campeones
en casa ajena.
Con todos los ojos puestos en Max Scherzer y su notable recuperación tras
recibir inyecciones de analgésicos, los Nacionales aprovecharon su oportunidad
en un Clásico de Otoño donde el equipo visitante ganó cada uno de los siete
duelos, algo inédito en la historia de las Grandes Ligas y de las principales
ligas deportivas profesionales de Estados Unidos.
Y en otro hecho inusitado, el dominicano Juan Soto y los empeñosos Nacionales remontaron para ganar cinco juegos de vida o muerte en esta postemporada.
De hecho, Washington tuvo que remar contra la corriente durante toda una campaña, tras un comienzo tan malo que puso en duda la continuidad del manager Dave Martínez, quien ahora es el segundo piloto boricua en ganar el Clásico de Otoño en forma consecutiva.
Stephen Strasburg, Patrick Corbin y los Nacionales llevaron a la capital
estadounidense su primer cetro de la Serie Mundial desde que alter Johnson
consiguió la corona con los Senadores en 1924.
Por los Nacionales, los dominicanos Soto de 4-2 con una anotada y una producida, Víctor Robles de 4-1 con una anotada. El venezolano Asdrúbal Cabrera de 3-1.
or los Astros, los venezolanos José Altuve de 5-1, Robinson Chirinos de 4-0.
Los cubanos Yuli Gurriel de 4-2 con dos anotadas y una empujada, Yordan Álvarez
de 3-1.
El puertorriqueño Carlos Correa de 4-2 con una remolcada.
El Más Valioso. Al terminar el partido, el comisionado de las Grandes Ligas Rob Manfred anunció al ganador del premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial en la persona de Stephen Strasburg.
El derecho tuvo marca de 2-0 y 2.57 de efectividad en el Clásico de Otoño, ganando primero y sexto juego.
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