Impone un año de prisión a proxoneta como medida cautelar.

Por Marcelo Peralta.

Santiago, R.D.-Un juez del Departamento de la Instrucción de la Provincia  Santiago, situada en la Región del Cibao, dictó hoy un año de prisión preventiva como medida de coerción a un hombre que captaba a menores de edad, sostenía relaciones sexuales con ellas y después las alquilaba a clientes en centros de diversión a quienes cobra altas sumas de dinero.

Osiris Fernández -El Chapulín-, de 41 años, se inducía entre las menores a las que prostituía y se beneficia de las ganancias económicas que se obtienen de esta ilícita y condenable actividad.

Sostenía relaciones sexuales y las usaba cobrando altas sumas de dinero a las menores con edades entre los 13, 14, 16 y 17 años y cobraba a los clientes que se acostaban con ellas.

Fue a través del Departamento de Trata y Tráfico de Personas de la Policía; Fiscalía de Santiago y la Organización Misión Internacional de Justicia apresaron al proxeneta que explotaba comercialmente a 4 menores de edad.

El Chapulín tenía una casa en el sector Gurabo, ubicado al Norte de la ciudad Santiago hasta donde fueron las autoridades policiales y judiciales a rescatadas, después que una madre de las menores lo denunció.

Hasta ese lugar se movieron las autoridades para detenerlo por los delitos que se le imputa a El Chapulín.

Apresamiento:

Dirección de Comunicaciones Estratégicas de la Policía, informa que el apresado es Osiris Fernández -El Chapulín-, de 41 años, quien mantenía a las menores de 13, 14, 16 y 17 años, en una casa en el sector Gurabo ubicado al Norte de la ciudad, donde fueron rescatadas por las autoridades.

Tras el operativo en donde fue apresado por miembros del Departamento de Trata y Tráfico de Personas, que comanda la coronela Francia Altagracia Hernández Pérez, después que la madre de una de las adolescentes rescatadas denunciara al detenido y sus acciones criminales.

Un informe del caso revela que Fernández-El Chapulín- mantenía a las jóvenes en una casa y luego las llevaba a varios centros de diversiones donde las ofertaba a clientes que pagaban distintas sumas de dinero a las menores por tener sexo.

Las jóvenes debían pagarle al detenido una parte del dinero que cobraban a los clientes, lo que constituye el delito de explotación comercial de menores.

Las acciones llevadas a cabo se enmarcan en el programa trazado por el Director General de la Policía, mayor general Ney Aldrin Bautista Almonte, de enfrentar ese delito mediante el Plan Nacional de Acción contra la Trata y Tráfico de Personas.