Desde su asunción, el papa Leon XIV marcó un estilo propio en el Vaticano, distanciándose de la austeridad que caracterizó al pontificado de Francisco.
En una nueva decisión, el Sumo Pontífice suspendió sus audiencias y se trasladó de vacaciones a la residencia de Castel Gandolfo.
De esta forma, León XIV retoma una tradición histórica que Francisco había dejado de lado durante más de una década.
El descanso en la villa papal fue una constante durante siglos, pero ahora vuelve a ser parte de la rutina del Pontífice que permanece allí durante julio, alejado de las obligaciones del calendario oficial.
La villa apostólica de Castel Gandolfo, ubicada en los montes Albanos, a 25 kilómetros de Roma, será el nuevo hogar temporal del papa León XIV a partir del domingo 6 de julio.
La residencia, que forma parte del patrimonio de la Santa Sede desde 1596, cuenta con 55 hectáreas de jardines, edificios históricos y hasta una granja orgánica.
La residencia fue durante décadas el destino de descanso de numerosos papas.
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