Iglesia Católica afirma jóvenes carecen de esperanza y futuro truncado.

Por Ricardo Rodríguez Rosa y Marcelo Peralta

Santiago, R.D.- Para el Arzobispado de aquí, con sus acciones los adultos están llevando a los jóvenes criollos al abismo.

De igual manera, el estamento religioso reclama al Estado ser más eficiente en la realización de políticas, que beneficien a ese segmento de la sociedad.

La posición en ese sentido del Arzobispado santiaguero aparecerá en el editorial del domingo del semanario Camino, a propósito del natalicio del patricio Juan Pablo Duarte, celebrado el pasado miércoles.

El editorial, titulado “Duarte y nuestros jóvenes”, asegura que el 209 aniversario del nacimiento del padre de la Patria llegó en uno de los momentos más tristes de la juventud dominicana.

Indica que hoy un segmento de esa población camina por el rumbo equivocado; los jóvenes han perdido el sentido de la vida, sus días transcurren en la vaciedad por estar desorientados.

Sostiene Camino que, algunos adultos en vez de actuar en su rol, hacen lo contrario y empujan a los jóvenes hacia el abismo, secuestrando su presente, futuro y robando la esperanza”.

Respecto a las políticas de Estado aplicadas en beneficio de la juventud, el semanario estima que estas se han quedado cortas “frente a precariedades en las cuales se desenvuelven los jóvenes”.

Para a seguidas agregar que los integrantes de ese segmento de la sociedad en ese aspecto están huérfanos, al tiempo de precisar que es necesario un Ministerio de la Juventud más eficiente.

“Nos preocupa las puertas que ven cerradas, impidiéndoles entrar al mundo laboral; a las academias de música que en muchos pueblos no existen; instituciones culturales, tampoco, reciben el apoyo labores edificantes; no tienen espacios donde cultivar las artes, medios eficaces para la disciplina y el crecimiento sano”, agrega.

Camino sostiene que llegó la hora de honrar al Patricio “completando la obra que él, y sus compañeros de lucha, emprendieron en bien de la Patria que soñaron”.

Y que es hipocresía alabar a Juan Pablo Duarte y rendirle tributo “cuando en la práctica se niegan los ideales de justicia, transparencia y servicio a los demás que ellos encarnaron”.