Por Marcelo Peralta
SABANETA, Santiago Rodríguez,
R.D.- Aquí nació la República Dominicana.
Es Cuna de la Restauración y
su prócer fue General Santiago Rodríguez.
Al general fue ostentó las
funciones de regidor y alcalde, sus ciudadanos les han fallado en muchos
aspectos.
Ha sido difícil lograr la
construcción de los edificios para la UASD.
Conseguir obras hay que estar
dispuestos a luchar, pensar positivo; la
vida no está movida por hilos invisibles.
Ese tabú de esconderse a los
problemas debe desaparecer.
Es tiempo de dejar de vivir
en una sociedad meritocrática.
La suerte existe, pero no es
entendida por los reduccionistas.
Algunas autoridades a la hora
de exponer solicitudes al presidente se inhiben y encadenan la mente.
La habilidad es tan fuerte
que muchas personas pasan de ser mago a profesor de psicología para el dominio de
la mente.
Las personas de trayectorias
que ocupan cargos de relevancia en provincias deben estar a tono con la
sociedad, entidades comunitarias, Juntas de Vecinos, Federaciones, gremios,
saber las problemáticas, esbozar planes y tramitarlos al presidente de la República.
La historia nos ha enseñado
que hay ciudadanos que llegan suben a posiciones
por un golpe de suerte.
Antes de llegar son fogosos y
en la cima se apagan.
Se debe tener una actitud
consistente; aprovechar las oportunidades; actuar con intuición.
El fracasado asume actitud tensa,
ansiosa frente a los retos de la vida, provoca alejamiento de los demás.
Cuando se está en racha positiva
adopta mejores decisiones.
En el béisbol un jugador
colocado de noveno al bate y llega un tiempo que tiene buena racha.
Por eso lo colocan de cuatro porque
produce para su equipo y así deben ser los funcionarios.
El objetivo del buen
funcionario es el de demostrar que las buenas rachas se aprovechan.
Cada provincia las personas
crean su propia suerte y logra conquistas de cómo piensas, actúa y se comportan
sus ciudadanos.
Los pueblos son afortunados
basado en las autoridades que eligen.
Hay pueblo que eligen a
personas que han vivido de la “pura chiripa”.
Llegan a posiciones y se
aprovechan de influencias, descuidando sus obligaciones con el pueblo.
Estudiar el papel de la
suerte y su impacto en la vida de las personas.
Una investigación científica evalúa
las poblaciones afortunadas y las desafortunadas.
La suerte es el resultado del
azar, porque se trata cómo piensa, actúa y se comporta su población.
Unos se autodefinen
afortunadas capaces de detectar y aprovechar oportunidades en el momento
adecuado.
Transitan un nuevo camino sin
dudarlo.
Otros, son genios haciendo
propuestas en los pueblos y llegada la oportunidad con los superiores el miedo
a proponer los arropa.
Las personas con suerte saben
aprovechar las oportunidades.
Contrario son los
desafortunados viven fijados a rutina, aunque haya oportunidad no la aprovechan.
Hay que ser persisten, no
tener miedo al exponer las intenciones.
Cuando se está en un cargo
debe concentrarse en las cosas buenas y seguir los instintos.
Los de mala suerte son
analíticas por naturaleza, piensan en la situación, y eso es desventaja.
Se debe confiar en lo que se
hace; ser optimistas las cosas les salen bien, por su actitud y cualidad positiva.
Debe tener expectativas
positivas; los desafortunados están apagados, tímidos y deseosos de que se acabe
la actividad para irse.
La clave es mantenerse
positivo, al ocurrir algo negativa se mantienen con energía positiva y
esperanzados.
Ser consciente es ser útil para
tener una perspectiva positiva.
Los edificios de la UASD para
Santiago Rodríguez es una necesidad.
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