Doctor Ricardo Rivero Ortega.
Por Ignacio Guerrero
Santiago, R.D.-El
rector de la Universidad de Salamanca, España, afirmó que la
educación superior es clave en la formación de profesionales con las
competencias para impulsar el crecimiento de los pueblos y el desarrollo humano.
A juicio del doctor Ricardo Rivero Ortega, las autoridades
universitarias, los profesores y los estudiantes deben asumir con
responsabilidad, disciplina y profesionalidad los retos promover
conocimientos y sabiduría acorde con la evolución y la globalización que
prevalecen en el mundo de hoy.
“También es vital que la inteligencia se convierta el arma
esencial el accionar de los talentos, porque es la forma de aplicar los
conocimientos con eficacia, eficiencia y efectividad”, proclamó el académico e
intelectual.
Y agregó “para introducir los cambios sociales, económicos y
culturales que requiere la humanidad, es preciso que la disciplina, el
trabajo en equipo, actitud de innovación, dedicación constante a los estudios,
los valores, la habilidad de los profesores y su vocación normen los
procesos de trasmitir conocimientos, por son las claves en la
educación superior”.
Rivero Ortega exteriorizó sus ideas durante la entrevista de
“Actualidad RVE” que se difunde por Radio Visión Educativa, espacio que
aprovechó para resaltar la alianza estratégica y académica entre las universidades
Tecnológica de Santiago (UTESA) y Salamanca, porque permite desarrollar
programas especializados en postgrado e investigación.
“Para lograr la excelencia en la educación superior y en
cualquier propósito, -Expuso- el secreto está en la obsesión. Solo con el
esfuerzo sostenido de un objetivo y un foco sin desviaciones, garantizan
resultados espectaculares, diferenciales y distintos frente a otras
instituciones”.
“Hoy día tenemos que reforzar la docencia, extensión
universitaria e investigación, que son las tres columnas determinantes en
la educación superior, con tecnología, creatividad e innovación para asegurar
que las maestrías y doctorados estén en consonancia con estos tiempos, porque
solo de ese modo se darán respuestas adecuadas a las exigencias y, por
consiguiente, se obtendrán resultados satisfactorios”, enfatizó.
“Esto implica, -subrayó- consagrarse y dedicarse de
manera absoluta a los estudios, porque es el secreto del éxito, lo que se
debe articularse con las habilidades, el humor y la capacidad de atraer
el interés de los estudiantes”.
“Lo primero es no aburrir, nunca aburrir. El profesor más
admirado en el mundo entero es un filósofo de la Universidad de Harvard, se
llama Michael Sandel. Él enseña filosofía y ética con ejemplos de la realidad
sociológica actual y eso es impactante”, comentó.
“El compromiso universitario con el desarrollo sostenible, la
investigación, mejoría en la educación que se imparte y mejor formación en las
futuras generaciones, es un gran desafío y debemos encararlo con
profesionalidad y responsabilidad”, proclamó Rivero Ortega.
“El recurso más valioso de nuestro tiempo es la atención y
nuestra misión es formar mejor a las futuras generaciones. Si las universidades
consiguen que los profesores orienten la educación en la clave de la atención,
los resultados educativos serán mejores”, juzgó.
“En la actuialidad el cambio de paradigna resulta
imprescindible para el éxito de las instituciones de educación superior, la
formación y los perfiles de los profesores, pues se necesitan docentes mucho
más versátiles, mucho más dispuestos a cuestionar los conocimientos recibidos”,
comentó.
“Necesitamos profesionales con nuevos conocimientos,
actualizados y dispuestos a aprender”, agregó el catedrático.
Fuga
de cerebros
El rector de la universidad de Salamanca sugiere la
creación de redes que garanticen que los profesionales de alto nivel
interactúen e intercambien conocimientos, con el objetivo de evitar la
fuga de cerebros.
“Por ejemplo, en España, se ha perdido mucho talento. Un país
no se puede permitir invertir tantos recursos, seleccionar y capacitar a las
personas más capaces y con mejores condiciones y que luego esas personas no
devuelvan lo que la sociedad ha invertido en ellos”, argumentó.
“En la medida que los profesionales sean críticos, bien
formados y capacitados permanecerá en su país de origen, por
tanto, se convierten en agentes de cambios y jugarán papeles
estelares en la transformación de las sociedades”, puntualizó.
A juicio del doctor Ricardo Rivero Ortega, las autoridades universitarias, los profesores y los estudiantes deben asumir con responsabilidad, disciplina y profesionalidad los retos promover conocimientos y sabiduría acorde con la evolución y la globalización que prevalecen en el mundo de hoy.
“También es vital que la inteligencia se convierta el arma esencial el accionar de los talentos, porque es la forma de aplicar los conocimientos con eficacia, eficiencia y efectividad”, proclamó el académico e intelectual.
Y agregó “para introducir los cambios sociales, económicos y culturales que requiere la humanidad, es preciso que la disciplina, el trabajo en equipo, actitud de innovación, dedicación constante a los estudios, los valores, la habilidad de los profesores y su vocación normen los procesos de trasmitir conocimientos, por son las claves en la educación superior”.
Rivero Ortega exteriorizó sus ideas durante la entrevista de “Actualidad RVE” que se difunde por Radio Visión Educativa, espacio que aprovechó para resaltar la alianza estratégica y académica entre las universidades Tecnológica de Santiago (UTESA) y Salamanca, porque permite desarrollar programas especializados en postgrado e investigación.
“Para lograr la excelencia en la educación superior y en cualquier propósito, -Expuso- el secreto está en la obsesión. Solo con el esfuerzo sostenido de un objetivo y un foco sin desviaciones, garantizan resultados espectaculares, diferenciales y distintos frente a otras instituciones”.
“Hoy día tenemos que reforzar la docencia, extensión universitaria e investigación, que son las tres columnas determinantes en la educación superior, con tecnología, creatividad e innovación para asegurar que las maestrías y doctorados estén en consonancia con estos tiempos, porque solo de ese modo se darán respuestas adecuadas a las exigencias y, por consiguiente, se obtendrán resultados satisfactorios”, enfatizó.
“Esto implica, -subrayó- consagrarse y dedicarse de manera absoluta a los estudios, porque es el secreto del éxito, lo que se debe articularse con las habilidades, el humor y la capacidad de atraer el interés de los estudiantes”.
“Lo primero es no aburrir, nunca aburrir. El profesor más admirado en el mundo entero es un filósofo de la Universidad de Harvard, se llama Michael Sandel. Él enseña filosofía y ética con ejemplos de la realidad sociológica actual y eso es impactante”, comentó.
“El compromiso universitario con el desarrollo sostenible, la investigación, mejoría en la educación que se imparte y mejor formación en las futuras generaciones, es un gran desafío y debemos encararlo con profesionalidad y responsabilidad”, proclamó Rivero Ortega.
“El recurso más valioso de nuestro tiempo es la atención y nuestra misión es formar mejor a las futuras generaciones. Si las universidades consiguen que los profesores orienten la educación en la clave de la atención, los resultados educativos serán mejores”, juzgó.
“En la actuialidad el cambio de paradigna resulta imprescindible para el éxito de las instituciones de educación superior, la formación y los perfiles de los profesores, pues se necesitan docentes mucho más versátiles, mucho más dispuestos a cuestionar los conocimientos recibidos”, comentó.
“Necesitamos profesionales con nuevos conocimientos, actualizados y dispuestos a aprender”, agregó el catedrático.
Fuga de cerebros
El rector de la universidad de Salamanca sugiere la creación de redes que garanticen que los profesionales de alto nivel interactúen e intercambien conocimientos, con el objetivo de evitar la fuga de cerebros.
“Por ejemplo, en España, se ha perdido mucho talento. Un país no se puede permitir invertir tantos recursos, seleccionar y capacitar a las personas más capaces y con mejores condiciones y que luego esas personas no devuelvan lo que la sociedad ha invertido en ellos”, argumentó.
“En la medida que los profesionales sean críticos, bien formados y capacitados permanecerá en su país de origen, por tanto, se convierten en agentes de cambios y jugarán papeles estelares en la transformación de las sociedades”, puntualizó.
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