Por: Marcelo Peralta
Quizás, por celos internos,
respeto a la jerarquía, el presidente de la República, Luis Abinader no fue debidamente
informado del perfil profesional y cualidades del capital Feliciano Pérez Carvajal,
era la máxima autoridad del primer crucero Norwegin Perl que llegó esta semana
a Cabo Rojo, provincia Pedernales con alrededor de 5 mil personas.
Pérez Carvajal, es nativo
de la comunidad “Altagracia” en Pedernales, convertido en “héroe” y que en el
acto encabezado por el gobernante se convirtió en “anónimo”, porque a pesar de
las alabanzas, a este oficial ni siquiera se le mencionó.
Es de conocimiento a lo interno de la milicia el desempeño y perfil específico de oficiales, sus ocupaciones de cada militar,
respeto a la disciplina, el poder
potenciar habilidades, cualidades, aspiraciones del debe cumplir en esa
profesión.
Sin embargo, en esa ocasión de la incursión de esa gigantesca nave debió
darse a conocer que era capitaneada por el capitán Pérez Carvajal para orgullo
suyo, familiares, conciudadanos y el país.
El ingreso de esa monstruosa nave al muelle de Cabo Rojo fue realizado
de manera “magistral”.
Cierto, es, cada soldado es formado, crece
con disciplina en el desempeño del trabajo que se realiza.
La capacidad de Pérez Carvajal evidencia la
capacidad de recursos humanos en organismos militares existentes en República Dominicana.
Esa prueba de “fuego” fue superada con creces por
Pérez Carvajal, lo que debe ser digno y merecer “justo reconocimiento por esa
proeza”.
Ese “ingenio” el presidente Luis Abinader debe imponerse sin dilaciones,
premiar a ese oficial para que sirva de estímulo a la generación presente y
porvenir.
Se impone resaltar la eficiencia en servicios, inteligencia de atreverse, la osadía en esas labores de operaciones eficaces de llevar esa nave
a puerto seguro con miles de personas a bordo.
En la misma ceremonia en Cabo Rojo, ese oficial debió
ser condecorado por su perfil militar y profesional para que sirviera de ejemplo y estímulo a jóvenes
dominicanos.
Esas características, capacidad de decisión, tener
cabeza fría, poseer inteligencia, flexibilidad, enfrentar situaciones difíciles,
ser capaz de guiar esa monstruosa nave repleta de personas nativas de una
nación tan exigente como es Estados Unidos, a cualquiera se le “aprieta” el
pecho.
La humilde exhortación que hacemos mediante esta
página es que Feliciano Pérez Carvajal siga con su resistencia física, rápida
capacidad de reacción, “tirar siempre adelante”, mantener la responsabilidad, obediencia
al deber cumplido y trabajar en equipo.
Que Dios lo ilumine a seguir siendo “ágil” sin dobleces,
tampoco cambiar su carácter emprendedor, que se esfuerce en ser tolerante,
jamás desmayar en saber conducir naves, incrementar sus habilidades para
resolver problemas de esa magnitud que acaba de concretizar.
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