12 mar 2025

La tristeza y lágrimas embarga a sabaneteros por muerte de la estilista Aida Rosa Iinfante Reyes.

Su cuerpo será repatriado desde Santiago a Santiago Rodríguez para oficios religiosos y funerarios.

Por Marcelo Peralta


Santiago, R.D.-La muerte en Santiago de la estilista, Aida Rosa Infante Reyes, nativa del sector Bolsillo, municipio Sabaneta, provincia Santiago Rodríguez, causa tristeza, congojas, dolor y pesar.

Su alejamiento físico de Aida Rosa trae consigo profundidad de la tristeza, desprende sosiego a quienes la trataron de cerca.

Mujer con  fuerza del amor, vínculo de trabajo incansable, se hizo cargo de su familia realizando sus labores al estilo de sacerdocio.


Era madre de un medico especialista, renombrado y con apellido de abolengo.

Descendiente;

Hija de Mercedes Reyes y Chubica Infante.

Sus hermanos Raymundo, Marta, Reynaldo y Dingue Infane Reyes, hoy la partida física de extraordinario ser humano.

Vivía en barrio Hondo, al sur de la ciudad Santiago de los Caballeros.

La tristeza afecta el alma de quienes la trataron en vida.

A muchos sabaneteros el llanto, por medio de las lágrimas los ahoga al sentir ha partido al infinito un excelente ser humano de su extirpe.

Al morir un ser humano, se dice que las lágrimas consuelan el alma, mientras la tristeza sin lágrimas hace que el hombre sufra terriblemente.

Fuimos amigos desde la niñez, adolescencia, juventud y adultez, confiezo la llevo clavada en el alma por la estrecha amistad que cultivamos.

El ser humano es el instrumento que Dios utiliza el alma para expresar visiblemente sentimientos; ante la partida de Aida Rosa Infante Reyes al infinito las lágrimas me entristece y enfría mi corazón. 

Admito, las lágrimas y el llanto derramadas por la muerte de un ser amado valorado, son rasgos de la condición humana. 

La naturaleza humana nos pide que lloremos, mientras que la fe nos consuela, recordando la relación en espíritu que vincula con el difunto, junto al hecho que ella vive y seguirá con nosotros.

La empatía entristecernos por el llanto; las lágrimas del otro; hay en que escucha decir “Tu tristeza y lágrimas desgarran.

El que parte de este mundo, tan largo y lejano viaje, le pide a los que sobreviven que no lloren, pidan a Dios por ella, porque el difunto es como uno que se va de viaje, aunque sin retorno y solo quedan sus vivencias.

Sufrió bastante en soledad su condición de salud, aunque eso no era ápice en detener su loable trabajo, faenas del hogar, su negocio de lustrar cabellos.

El Creador del Universo que requirió la partida de este globo terrenal es que le tiene encomendada alguna misión especial.

Siempre con sonrisa para cada ocasión.

Paz a su alma y solidaridad con sus familiares.

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