Fiscal de Santiago licenciado Osvaldo Bonilla Hiraldo, afirma el tráfico de armas de fuego incrementa la violencia, homicidios y violaciones a leyes nacionales vigentes.
Santiago, R.D.-Organismos locales, nacionales,
internacionales cuya red estaba integrada por 8 hombres y una mujer integrantes de una banda de criminales que traficaba con armas
de fuego desde Estados Unidos y las comercializaban en Licey al Medio.
Actuaron la División Especial de Investigación del
Crimen Organizado; el Buró Federal de Investigaciones-FBI- de Estados Unidos,
el sistema judicial, la Policía donde se determinó la estructura recibía armas
ilegales y municiones utilizando servicios de compañías de transporte de
mercancías internacionales.
La red la integran Hornandys Emmanuel Cruz Almonte,
Samuel Ramón Guaba Caraballo, César Emilio Toribio Vásquez, Sixto de Jesús
Rosario Paulino, Rosalba María Estrella López, Jayro Diplán Guzmán, Marcos de
Jesús Diplán Diplán, Félix Francisco Vásquez Peralta y Valentín de Jesús
Caraballo Guzmán.
La Fiscalía de Santiago depositó el escrito de
acusación formal contra 9 integrantes de estructura criminal dedicada al
tráfico internacional, comercialización de armas de fuego, municiones centro de
acopio que operaba en el municipio Licey al Medio.
Incurrieron en actividad criminal, societaria,
mantienen un vínculo familiar, constituyen violación a artículos 265 y 266 del
Código Penal Dominicano, que sanciona la asociación de malhechores.
Transgresión a artículos 66, 67, 68, 70, 71 y 73 numerales
1, 2, 4 de la Ley 631-16 del control, regulación de armas, municiones, materiales
relacionados que tipifica, sanciona el tráfico ilícito, porte, tenencia ilegal
de armas de fuego, en perjuicio del Estado dominicano.
La investigación, requirió implementación de
diligencias, vigilancia, escuchas telefónicas, que desveló parte de la
estrategia en el tráfico de armas que ocultaban dentro de mercancías de uso
doméstico, la enviaban desde Estados Unidos a Santiago en el centro de acción en
el municipio Licey al Medio.
Las autoridades afirman integrantes de esta organización
se encargaban del trasiego, tráfico, almacenamiento, comercialización a nivel
local, provincial, nacional, utilizaban domicilios de sus padres y un almacén.
Bonilla sostiene «estamos llamados a ejercer persecución
efectiva, luchar contra el tráfico de armas de fuego a gran escala, unificar
criterios, unirse a las fuerzas vivas, a organismos de inteligencia, seguridad
del Estado, combatir el delito, proliferación de las armas que es una amenaza a
la seguridad pública y ayuda a la delincuencia organizada».
El escrito de acusación y solicitud de apertura a
juicio fue depositado ante el despacho penal del juez coordinador de Juzgados
de la Instrucción de Santiago.
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