Es la Dirección General de Desarrollo Fronterizo y la Alcaldía local demolieron una estructura, reacondicionan terrenos donde el Gobierno construirá una refinería de sal que servirá de centro de operación para la comercialización
Los
terrenos ubicados al final de la avenida Matías Ramón Mella de aquí donde edificaría
la refinería.
La producción
de sal marina era una de las actividades, derivadas y legado ancestral de
montecristeños que hasta llegó a convertir en el puntal de su economía de aquí.
La
industria de la sal, producción, exportación de bananos, rubros agrícolas, pesca,
crianza, comercialización de ganado vacuno, caprino, ovino son medios
generadores de fuentes de sostén de la economía de aquí.
Montecristi
es una ciudad antigua que el navegante Cristóbal Colón la bautizó promontorio
con el Gólgota, Monte de Cristo y Monte Calvario.
Esta
ciudad tiene el mayorazgo, desde la época de la Colonia, de ser el escenario
geográfico donde los españoles por primera vez instalaron en el Nuevo Mundo de
manera rudimentaria la industria de la sal marina.
Desde
ahí comenzó a surgir los dueños legítimos, que fueron obligados en la férrea
tiranía de Rafael Leónidas Trujillo la venta forzosa al Estado de ese patrimonio,
muchos dueños perseguidos por oponerse a regalar sus propiedades al dictador.
En
los 12 años de Joaquín Balaguer, mediante la Ley 7556, que dispuso la
devolución de las salinas a los ayuntamientos de Oviedo, Baní y Montecristi.
Montecristi
tenía 300 a ambos lados del trayecto hacia El Morro que era una industria pujante
y cientos de personas desde Dajabón, Valverde, Santiago Rodríguez y otros iban
en burros, mulos y caballos a comprar sal para la venta.
Había propietarios, obreros, picadores, rastrilleros, envasadores, sacadores, cargadores, transportistas, carretilleros, personal de apoyo, inspectores, empleados y personal administrativo de que dispone el Consejo de Administración Salinero.
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