Juan Pablo Duarte y Díez, nace el 26 de enero 1813 en Santo Domingo y murió 15 de julio 1876 lejos de su Patria, desterrado, enfermo y abandonado en tierra extraña, Venezuela.
En cambio, Matías Ramón Mella Castillo, nació en Santo Domingo el 25 de febrero de 1816, muriendo en Santiago de los Caballeros, 4 de junio de 1864, quien fue un militar y político dominicano.
Hace la sugerencia con la finalidad de infundir inspiración, entusiasmo a los jóvenes que son el porvenir de la nación, quienes defenderán la Soberanía Nacional, hagan estimaciones de lo que significa vivir en un ambiente de libertades públicas y justicia social.
Considera el mes de la Patria
está incompleto, en virtud que Francisco del Rosario Sánchez no está incluido,
por lo que se torna impostergable ampliarlo.
Entiende la juventud de hoy
venidera debe ejercer las libertades públicas a plenitud, con intensidad, aunque
mediante el convencimiento de que está haciendo uso de las prerrogativas reales
de un pueblo sacrificado en ocasiones que el poder del Estado que ha ejercido
en forma odiosa, despótica y abiertamente avasalladora.
En opinión del periodista
Marcelo Peralta, este país derramó sangre en el pasado, aunque en la actualidad
se ve bonito que el pueblo dominicano se deleite con regocijado y sanamente
divertido con el disfrute de sus libertades, que ojalá no se permita que las
“huestes” haitianas vuelvan a burlase y masacrar al lado español, repitiendo del
1822 al 1844.
Cree
los
jóvenes actuales debe hacer de libertad plena, cumpliendo y defendiendo ideales
plasmados por el patricio de Juan Pablo Duarte y Díez, respetando los derechos humanos,
individuales.
Honrar las normas éticas y
morales sin lesionar a otros realizando acciones pecaminosas que deslustran
honras bien ganadas por los antepasados.
Exhorta a la juventud evitar
el retorno de los tiempos tenebrosos de la vida política pasadas, y esta vez, superando
acciones creadas por desaprensivos que han hipotecado la Soberanía Nacional trayendo
por dinero millares de haitianos indocumentados.
Afirma los jóvenes deben
encargarse de escribir en las páginas limpias las más gloriosas luchas
democráticas pasadas y que las conviertan en reales y verdaderas.
El espacio pertenece a la juventud,
por lo que deben reflexionar respecto a las libertades públicas para darle el
contenido social, profundizar reivindicaciones más sentidas por las que lucharon
los prohombres y mujeres en defensa del pueblo.
Cabe a la juventud dominicana
imponer, demostrar verdaderos derechos, libertades consagradas en la
Constitución y no como en la actualidad con “conceptos vacíos”, sin objetivos a
alcanzar en los marcos de la liberación de la opresión material y espiritual
que sufren en la actualidad la mayoría de sus habitantes.
Asegura hombres y las mujeres
que en este país hacen causa común con los que carecen de lo indispensable para
vivir, deben continuar luchando para abrir más del espacio de libertades
públicas, hasta hacer posible crear las premisas materiales para que el
verdadero pueblo disfrute de reales y efectivas libertades.
Pide a jóvenes que vayan
sentando las bases de tener una la Patria libre, abrazar las mejores causas sin
importar lo complicada que fue el pasado y la época porvenir.
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