Mientras
esto sucede, las provincias que menos personas tienen son Pedernales,
Independencia, Elías Piña, El Seibo y Santiago Rodríguez, despoblaciones que
contrasta con un creciente asentamiento de migrantes haitianos, igual que se
observa en las zonas metropolitanas.
De tomarse como base los asentamientos con más de 5,000
habitantes, se ve que el 8% de ellos concentra el 70% del total de la
población, indica el estudio de la Oficina Nacional de Estadística.
Las
cuatro demarcaciones municipales con mayor cantidad de habitantes por
kilómetros cuadrados son Santo Domingo, Santiago, San Pedro de Macorís y San
Cristóbal.
Además
de crear presiones en la demanda de servicios públicos, en los últimos 22 años
la pérdida de 549 kilómetros cuadrado de suelo con vocación agrícola y de mano
de obra para producir los alimentos para construcciones de viviendas acercando
en territorio a muchas ciudades una de otra.
La Oficina Nacional de Estadística (ONE) en el Informe Nacional
sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, entre 1988 y 2010 el crecimiento
de la superficie ocupada por las infraestructuras urbanas representó el 1.09%
del total de tierra productiva con que cuenta el país.
Para
sus ejecutivos eso llama a preocupación ya que la ocupación de terrenos
cultivables ubicados en las urbes de las distintas provincias del país crea una
grave situación y dificultades para satisfacer la demanda de esta sobrepoblación.
Según
la ONE, también genera una amenaza a la seguridad alimentaria que debe ser
tomada en cuenta por quienes se encargan de elaborar políticas públicas.
Analiza
que los movimientos migratorios internos crea despoblación de zonas rurales sobre
todo en territorios lejanos, como sucede en la línea fronteriza.
La
Comisión Económica para América Latina y el Caribe establece que para el 2030,
el 87% de la población dominicana se ubicará en las ciudades y un 13%
permanecerá en el campo.
Señala
que la Región Suroeste del país es donde hay más procesos de despoblación en
donde los jóvenes 15 a 39 años migran asociado a la escasez de oportunidades de
desarrollo, reducida inversión pública y privada.
Si en la actualidad la alta concentración que se registra en la
ciudad de Santo Domingo crea un caos al que las autoridades públicas no han
logrado dar respuesta, es de imaginar que la situación que se creará cuando
esta concentración registre un incremento de un 8% para el 2030.
Es un asunto de mostrar la conciencia y voluntad política para
tomar las medidas necesarias que hagan posible un desarrollo humano planificado
desde una visión inclusiva, y sostenible cuyo centro sea el bienestar de las
personas.
Tierra
Muchas
provincias ya están unidas unas y otras debido a las construcciones de
edificaciones en tierras altamente productivas ocupadas para uso residencial
por los flujos migratorios internos.
Estos
casos se registran en las provincias Santo Domingo (36%), Santiago (9%), y Juan
Pablo Duarte, según lo indica el informe del Ministerio de Economía,
Planificación y Desarrollo (MEPyD).
Cita
que el 79% de la población vive en zonas urbanas, ha provocado una alta demanda
de terreno para edificar viviendas y muchos de estos proyectos habitacionales
se ubican en suelos con vocación agrícola.
Y a
nivel nacional solo el 23.15% posee condiciones para la producción agraria como
se establece en las provincias de Domingo, Santiago, La Vega, Puerto Plata, en
donde se desarrollan proyectos turísticos.
En el
Cibao central llama la atención la expansión de ciudades con la urbanización de
tierras cultivables en municipios de Moca perteneciente a la presidente Ulises
Francisco Espaillat y Juan Pablo Duarte.
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