Déficit y deterioro en servicios de agua, salud,
retiro de desechos sólidos, difícil acceso a algunos caminos vecinales, falta de fuentes de trabajo, autoridades
y “lacayos que se mofan”, cuando se denuncian males.
Por Marcelo Peralta.
La provincia Santiago Rodríguez y su entorno único
en el país adolece una serie de factores adversos que datan por décadas
gobierno-tras gobierno que estancan su desarrollo.
Fue de aquí, que surgió un hombre de la estirpe del
general Santiago Rodríguez que tuvo el “arrojo” de formar batallones que vencieron
tropas españoles en 1863 para restaurar la República que había sido anexada a Europa.
Históricamente, la provincia Santiago Rodríguez es cocreadora
y cosalvadora, aunque al transcurrir el tiempo, lamentable, desgraciada y
penosamente pocos han sido reales defensores; peor ahora en que hay “chácharas”
con posiciones cimeras, que en vez de impulsar planes efectivos desde las
posiciones que ostentan que contribuyan a solucionar males, se “ofenden cuando
alguien toca fibras sensibles”.
Hay pseudópodos que reaccionan “desde un mundo compartido a otro incompartible”, porque los rayos del “Sol calientan el lado que brota miel”.
Ahora, sin recordar el pasado oscuro del presidente
Joaquín Balaguer, su Partido Reformista, 12 años en el poder, a quien golpeaban
en las calles, debían esconderse, prefabricaban, expedientes y sometían a la
justicia con falsas acusaciones.
Hoy se creen “cuidadores de pueblos”; protectores de
“tierras a lo largo de la historia y de hacer acción salvífica, sin darse cuenta
que en el pasado fueron mundanos de Dios”.
Esos “neófitos políticos”, ahora que tienen
posiciones estatales, no se dan ni siquiera por enterados que Dios es el que
hace los pueblos en el universo.
Esos detractores gratuitos, antes cometían
diabluras en la provincia Santiago Rodríguez en tiempos de Joaquín Balaguer y
sus 12 años, en que quien suscribe se convertía en “cómplice” en los albores de
la juventud”.
Fueron muchas las armas de fuego y municiones en el
patio de la casa de mi madre doña Celia en la calle Gregorio Luperón, número
57, que por mi condición de muchacho, osado aceptaba, sin prever riesgos a los
que exponía.
El haber llegado a ser secretario auxiliar del fiscal en Sabaneta, provincia Santiago Rodríguez en el año 1983-1986, fue oportunidad brillante para sacar expedientes con acusaciones ”falsas”, contra jóvenes adversarios del PRSC, y depositarlos en el camión recolector desechos sólidos del Ayuntamiento, porque de lo contrario, a la fecha, ¿Qué habría sido de su suerte y su pellejo?.
A la fecha, llegaron a este partido como “tránsfugas”
y tienen funciones jerárquicas en instituciones estatales, ahora no se atreven
a revisar sus pasados, debilidades, acciones, malos ratos que hicieron pasar a
sus madres, padres, familiares, porque están en las mieles del poder algunos
sin merecer; ahora disfrutan privilegios, gozan, humillan, endiosa, embriagan
por el carguito que ostentan y no se atreven a mirar el espejo retrovisor.
Están enquistados en el poder sin darse cuenta que
son de otros partidos añejos, que rogaron a los de arriba ya que estaban pensionados
y pasando “jambre” y a la fecha lograron sacudir las “pulgas” y quitarse un
poco la “sarna”.
Mientras ahora que han sido “adoptados” en la política,
tienen alcahuetes, algunos ineptos, con pasados “muy negros”, en vez de hacer
labor eficiente en instituciones en las que “cobrar dinero del pueblo”, vocear
en medios de comunicaciones, resolver males que afectan al pueblo, el único
oficio es llamar a quienes se preocupan por la salud y ambiente saludable para
el pueblo.
¿Parece que su capacidad llega hasta ahí?.
Algunos cobran en el Estado, que en el pasado
reciente vendieron, también, hipotecaron la “solvencia moral”, lo hacen en la
actualidad y lo harán, porque la mente que tienen es tan “enana”.
Muchas de esas personas son como el “fósforo después
que rascan el mito de la cabeza, encender la estufa, lo único que queda es lanzarlo
al zafacón”.
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