La casa donde se firmó el manifiesto para la emigración cubana en 1895, se está pintando con pintura anticorrosiva, para evitar la oxidación, ademas, se están recuperando algunos cuadros que cuentan la historia tanto de la Independencia Cubana, como de La Guerra de los Diez años.
Por Jennifer Fernandez
Montecristi, R.D.-Casa donde vivía el militar cubano-dominicano Máximo Gómez Báez, está siendo restaurada por el embajador cubano, Ángel Arzuaga, y el Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (Indotel) con el propósito de mantener vigente los recuerdos del banilejo, que serán de ayuda a los futuros estudiantes y visitantes con deseo de saber sobre la vida de "El Generalísimo".
La casa donde se firmó el manifiesto para la emigración cubana en 1895, se está pintando con pintura anticorrosiva, para evitar la oxidación, además, se están recuperando algunos cuadros que cuentan la historia tanto de la Independencia Cubana, como de La Guerra de los Diez años.
El lienzo creado por Silvano Lora desde el 1983, también será una de las cosas que repararán, ya que la humedad ha deteriorado una parte de la obra que ilustra la llegada de José Martí para firmar el manifiesto.
Ronilsa Vázquez, encargada de la casa, comentó que esperan poder restaurar todo antes del 25 de marzo, ya que ese día tienden a celebrar el manifiesto, homenajeando a estos libertadores de Cuba, y en esta celebración estarán presentes el embajador cubano y una comisión.
Recorrido por la casa-museo
El recorrido fue organizado por la guía Ronilsa Vásquez, quien dio la bienvenida a la Casa Museo Máximo Gómez, lugar que según comentó, tiene alrededor de 200 años, y en ella firmaron el Manifiesto para la Emigración Cubana.
Máximo Gómez, era de origen banilejo, pero decidió quedarse en Montecristi, en la casa que ahora es museo, porque desde allí podía ver el puerto.
Durante el recorrido, Vázquez mostró fotos de la familia de Gómez. En estas fotos se puede ver su esposa Bernarda Toro Pelegrín (Manana), y algunos de sus hijos como Panchito, quien es considerado el que más luchó en batalla, y Margarita, la más pequeña. También nos mostraron otros familiares como el padrino de Panchito, Antonio Maceo.
En el techo, pudimos apreciar una lámpara de 139 años, regalada por una sobrina. Su estructura se vé intacta, por lo que la guía explica que es posible que su material sea de cobre.
En el siguiente salón, se encontraba la mesa original donde se firmó el manifiesto, y una copia del machete que se utilizó en batalla, porque el original asegura se encuentra en Baní.
Mesa donde se firmó el manifiesto para la Emigración Cubana en Casa-Museo Máximo Gómez
En el cuarto al lado, en el que el lienzo de Lora destaca en una pared. Hay vitrinas con libros. según nos dice Vázquez, el lugar era considerado la biblioteca del pueblo. Sin embargo, los alumnos dejaron de ingresar y pasó a ser Patrimonio Cultural.
Se concluyó el recorrido con algunos cuadros que ilustran la Batalla del Mal Tiempo, las cartas con el Código Tartístico; código de letras y números que usaron para comunicarse los planes mediante la guerra, explica la guía. Y los cuadros que ilustran las muertes de estos guerreros.
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