Dominicanos con estatus migratorios irregulares en Puerto Rico y Estados Unidos abandonan trabajos, negocios y se trancan en las casas evitando ser apresados y deportados.
Comerciantes dominicanos residentes en Puerto Rico estarían al borde de la quiebra ante la ausencia de empleados y comensales en sus negocios, azotados por la persecución de organismos que trabajan buscando inmigrantes irregulares para su deportación desde la isla del encanto.
Negocios de venta de comidas resultan ser los más afectados tras desatarse la persecución de inmigrantes a partir de la toma de posesión de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos.
Se han incrementado las denuncias sobre las persecuciones que desde el inicio de esta campaña dominicanos han sido arrestados en redadas realizadas por agentes federales de Estados Unidos, bajo la política restrictiva del presidente Donald Trump sobre migración.
”Los negocios se han caído, indicó la propietaria de un restaurante de comida criolla en San Juan, las ventas se cayeron y muchos de los clientes y empleados se han ausentado temerosos de ser detenidos “.
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