Arroceros de República Dominicana con elñ corazón en la boca por el DR-Cafta

Cotuí, R.D.-Productores de arroz de República Dominicana están con el “corazón en la boca”, tras el vencimiento del Tratado de Libre Comercio-DR-Cafta-, firmado entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos.

Los objetivos eran estimular la expansión, diversificar el comercio en la región, eliminar obstáculos, facilitar la circulación transfronteriza de mercancías; servicios, promover condiciones de competencia leal en la zona de libre comercio y aumentar oportunidades de inversión.

También, hacer valer derechos de propiedad intelectual, cumplir factores de voluntad política de gobiernos formantes; ajustar condiciones económicas, coyunturas de aplicación de las normas establecidas en el tratado.

Para el especialista en cuestiones agrícola, Carlos Segura Foster, el tratado no entra en contravención con acuerdos regionales por lo que el proceso de integración y cualquier medida estaba sujeta a las disposiciones del TLC por encima de las nuevas disposiciones regionales en materia de integración.

Según el experto agropecuario, Segura Foster el 80% de productores de arroz está al borde de desaparecer; mientras 32 mil productores de arroz y que de ellos dependen cerca de 350 mil personas y familiares.

Explicó un 20% de productores de arroz produce cerca del 80% del cereal que están al borde del colapso y que el que siembra 500 tareas va a poder subsistir contrario a pequeños y medianos con menos de 100 tareas están al borde de la desaparición.

Recuerda en octubre de 2024 había 119 factorías y 100 de ellas han tenido que ser cerradas y que solo quedan pequeñas y medianas factorías que ya comienzan a desaparecer.

DR-Cafta:

El DR-Cafta se firmó por vez primera en el año 2004 en el gobierno PRD y la gestión presidencial de Hipólito Mejía, aunque, por trámites entró en vigor en República Dominicana en el 2006 en el retorno al poder del PLD y administración de Leonel Fernández. 

Se cuestionó las condiciones en que fue firmado y beneficios que traería a República Dominicana que se adhirió, se habló en principios al tratado sin agotar un proceso de negociación.

El gobierno de Estados Unidos aceptó incorporar a República Dominicana al DR-CAFTA mediante simple adhesión que fue negociando solo las listas de acceso a mercado; tiempos de desgravación, aunque sin tocar temas de las disciplinas comerciales vinculados al desarrollo. 

Quedó así desde el inicio descartada toda posibilidad de lograr un “trato especial y diferenciado” por niveles de desarrollo”, según se estableció en  el estudio, sin que República Dominicana mostrara interés en revisar, proyecto manejado por grupos políticos y un sector del empresariado que abogaron a favor de una adhesión, nunca lo hicieron para una negociación.

En ese caso, esos sectores renunciaron de manera unilateral a cualquier posición en el ámbito internacional que pudiera generar el más mínimo desagrado de funcionarios estadounidenses.

Autores, señalan que para la firma del tratado no hubo estudios de impacto, tampoco revisión de textos en materia de disciplinas comerciales y se hizo de manera precipitada y que solo se negociaron anexos y listas de acceso a mercado.