Oficiales de la Policía mafiosos robaban las armas de fogueo, alteraban, preparaban para disparar, simulaban, cambiaban el cañón y procedían a venderlas a civiles.
Encartados por este caso son
el coronel Narciso Antonio Feliz Romero, encargado de la custodia de las armas y municiones de la
Policía y promotor de desarrollar mercado propio del crimen
organizado, involucraba a civiles con antecedentes
delictivos.
Se vendían a policías, militares y armerías
El Ministerio Público dice en la solicitud de medida de coerción municiones de
distintos calibres destinadas a fusiles, policías y civiles integraban el grupo; revendían a
precios más altos a policías, militares, armerías
destinadas al comercio de armas, municiones y accesorios".
"Desarrollaron
un mercado propio del crimen organizado, conformado por miembros de la Policía
y civiles con antecedes delictivos, quienes adquirieron las municiones
sustraídas con pleno conocimiento de su origen ilícito para revenderlas a
precios más altos a policías, militares y armerías destinadas al comercio de
armas, municiones y accesorios.
"Ministerio
Público
Documento de solicitud de
medida de coerción que trataron de
inculpar a subalternos con
la imputación refiere oficiales de mayor rango de la red trataron
de inculpar a miembros de menor jerarquía dentro de la organización, a los
que amenazaron e
intimidaron.
Los acusados
Los arrestados por sustraer más de 900 mil municiones de
distintos calibres de manera "dolosa", del Departamento II de la
Intendencia de Armas,
coronel Feliz Romero; subintendente Juan Miguel Pérez Soler; capitán Nelson
Valdez, responsable del depósito de armas, municiones y pertrechos; capitán y auditor Víctor
Manuel Santos, habría alterado resultados de una auditoría realizada en
febrero para ocultar la sustracción de cientos de municiones.
Segundo teniente Marino Antonio Rodríguez Toribio,
armero de la Dirección Regional Cibao Central; sargento mayor Miguel
Ángel Gómez Espaillat; cabo Juan Luis Díaz Medina; rasos Rubiel Martínez;
Moreibin Medina Pérez y Miguelina Bello Segura, que fungían de piezas claves en
la parte operativa de la organización criminal.
El Ministerio Público subrayó el capitán Santos
llevaba 6 años como auditor en
la Intendencia de Armas.
Falsificaba datos en la auditoría de febrero;
asoció con líderes de la red para intentar manipular de nuevo números ante el
avance de la investigación y debido a la rápida acción por lo que fue detectado
antes de proseguir con sus maniobras malignas.
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