Carlos Reyes intervenido quirúrgicamente hace un tiempo de problemas en la cabeza.
Aquí se impone la frase de Aristóteles cuando expresaba que la esencia de la vida es servir a otros y hacer el bien.
Por: Marcelo Peralta
Sabaneta, Santiago Rodríguez, R.D.- Carlos Reyes, el
hijo de “Elvira y Piculín Reyes Monsanto”, en la actualidad atraviesa por
momentos de graves dificultades, carencia de alimentos, medicinas, dolencias
corporales, soledad que amerita la solidaridad ciudadana.
Vive en la calle Pedro Thómas, casa 70 en que Las
Mercedes, María Trinidad Sánchez y Petronila Gau, cerca del parque maestro Juan
Rosado Capellán.
Sabaneteros de nobles sentimientos, deberían unirse,
moverse en las esferas del gobierno municipal, provincial, nacional, exigir en
base a las contribuciones que pagan al fisco por la compra de bienes, servicios,
derechos y valores humanos, con lealtad, compañerismo, empatía, amistad, amor y
respeto, tratar de canalizar ayuda a este valioso hombre.
Carlos Reyes, a pesar de haber trabajado en el Banco
Agrícola, en la actualidad no tiene una pensión que permita comprar alimentos,
medicinas, cubrir necesidades.
La solidaridad con los débiles, perseguidos, abandonados,
enfermos, desesperados debe ser expresado por el deseo de dar un sentido noble,
humanizador a miembros en que se definan a sí mismos, no por su propia
identidad, sino por la de los demás.
La única ayuda que recibe es la de una de sus
hermanas, que lo visita, lleva de comer, higieniza, sacar de los alimentos de
su casa, que también, ella está con limitaciones económicas para honrar compromisos
de familiares.
La solidaridad constituye en el ser humano valores tangibles,
trascendentales, donde se demuestra la parte indisoluble de las personas y el
ineludible fervor con la sociedad que la compone.
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