Por: Jackeline Vargas. Orientadora. Reside en Santiago Rodríguez.
El "Día
Internacional Niños Inocentes Víctimas de Agresión", 4 de junio es
realidad sombría en el mundo.
Instaurado por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en 1982, tras conflictos en Líbano donde
hubo afectados niños inocentes.
Esta fecha es
reconocer el sufrimiento de niños víctimas de abusos físicos, mentales y
emocionales.
Persigue impulsar
acciones de proteger derechos, bienestar de niños mediante eventos, crear
medidas preventivas contra la violencia, incentivar jornadas educativas,
sensibilizar y proteger a menores de agresiones.
Al discurrir los
años, el alcance de esta observancia se ha ampliado en incluir maneras de
combatir la violencia infantil, alejarlos de zonas de conflicto, hogares
tóxicos y entornos escolares en conflictos.
Informes detalla en
el mundo existe 246 millones de niños afectados anual por violencia escolar, y
28.5 millones de niños en edad de educación primaria no tienen cupos en escuelas.
Cada siete minutos,
un niño muere a causa de la violencia en algún lugar del mundo, y el costo
económico contra niños asciende a aproximada 7 billones de dólares anuales.
Estadísticas no
solo subrayan la urgencia de actuar, sino muestran el profundo impacto
económico de este fenómeno en la sociedad.
Proteger niños es obligación
ética; invertir en el porvenir de la sociedad.
Cada niño que crece
en un entorno seguro y amoroso tiene una mejor oportunidad de contribuir
positivamente al mundo.
Es esencial que,
como comunidad global, reforcemos las estructuras de apoyo; políticas promoviendo
seguridad, bienestar a niños vulnerables.
Reflexionar en lo
que se impone de las realidades, es crucial que cada ser humano se concientice,
actúe en marcar la diferencia. Desde el apoyo a legislaciones que protejan a
los niños hasta el voluntariado en organizaciones locales, cada acción cuenta.
El "Día
Internacional de Niños Inocentes Víctimas de Agresión" debe servir de recordatorio
constante en el deber con los más vulnerables.
Hay que llamar la acción en garantizar ningún niño tenga que sufrir la agresión y la violencia.
Cuidar de ellos es prioridad; protegerlos es obligación universal perenne. Cada el niño merece un porvenir seguro y lleno de oportunidades.
Al invertir en su
protección, se garantiza un mundo más justo y pacífico en la humanidad.
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