Garantizar la seguridad alimentaria y evitar la repetición de las hambrunas que por largos períodos sufrió la población de este país, fueron metas que el agrónomo persiguió tras su carrera y desembocaron en el desarrollo del arroz híbrido.
Comenzó
mientras trabajaba en una plantación de ese grano en la central provincia de
Henan en 1962, cuando se percató del potencial de cruzarlo a obtener variantes
más fuertes y capaces de germinar en suelos secos.
Tal
descubrimiento cimentó sucesivas investigaciones y experimentos hasta que en
1973 Yuan cultivó de forma exitosa los primeros terrenos en la provincia
insular de Hainan con el arroz híbrido, un tipo tolerante a ambientes
salinos-alcalinos y al frío.
La inventiva multiplicó en un 20% el rendimiento de las cosechas de un producto indispensable en la mesa de China, que pese a su vasta dimensión dispone de apenas nueve por ciento de tierra fértil, 6% de agua fresca y necesita alimentar a un tercio de la población global.
Para
masificar la siembra de esta cepa, el Gobierno a finales de los años 70 hizo
una gran promoción, aprobó políticas de entrega gratis de semillas a los
granjeros, incentivos tarifarios a las empresas comercializadoras y la
concesión de subsidios.
Luego,
en los 80, estableció una producción a gran escala de semillas de alta calidad
y después, en los años 2000, la incursión del sector privado dio un mayor
impulso a su desarrollo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario