Por Marcelo Peralta.
Santa Lucía, Santiago Oeste,
R.D.- Los jóvenes del barrio Santa Lucía, de aquí, perciben con normalidad y
preocupación las situaciones de inseguridad ciudadana, marginalidad, violencia
de pareja e intrafamiliar, con la que convivieron durante décadas.
Constantes, eran las demandas
por ante las autoridades de Santiago para la creación, puesta en marcha de espacios
de esparcimiento, recreación, uso de tiempo libre, formación, programas de
apoyo, acompañamiento que garantizaran seguridad.
Personal del gobierno del gobierno de la "Xunta de Galicia", España recorren el peatón junto al director distrital Eddy Báez
La juventud, como “timón” en
los procesos sociales, políticos, culturales y económicos para transformar la sociedad,
decidieron implementar proyecto de incidencia, género, creación de espacios,
participación, cursos de formación y estrategias de fortalecimiento.
Con iniciativas de entidades
sin fines de lucro, desarrollo de planes en equipo, formando líderes, promotoras
de salud, capacitando, creando entidades, juntas de vecinos, resolviendo limitaciones,
incorporando el desarrollo integral, el barrio Santa Lucía ha cambiado su paradigma.
El director distrital Eddy Báez corta la cinta que deja inaugurada la obra.
Llegaron a la zona las fundaciones
Medio Ambiente y Desarrollado-Fundambiente-orientada por Miguel Inoa y Fiol Inoa,
con un equipo de técnicos a trabajar por la Salud Preventiva y el Medio
Ambiente.
FUNDAMBIENTE, como pionera en
esas lides, incorporó a adolescentes, jóvenes, adultos, de ambos sexos, a la formación
humana y a programas de salud, siembra de árboles, promotores, cursos de
computación, elaboración de diagnósticos, estudios, en que alrededor del 70% de
jóvenes no terminaban los cursos básicos.
Debían trabajar en las industrias
de la Zona Franca en Altos de Rafey, por sus limitaciones económicas, necesidades
esenciales tenían que incorporarse trabajar desde las primeras horas del día
hasta la media noche.
La mayoría de los jóvenes tenían
edades que oscilaban entre 15 y 35 años, según lo determinó un estudio socioeconómico
y habitabilidad, en que, el 48% de ambos no completaban el nivel básico y el desempleo
superaba el 37%, siendo las mujeres las más perjudicadas.
Luego, se instaló en la zona,
el empresario de origen español, Oscar Faes García, instaló la “Fundación
Cometas de Esperanza” rescatando decenas de niños, jóvenes, construyó locales,
creó centros educativos y los liberó del peligro.
Por los valiosos aportes de
esa fundación, decenas de niños y jóvenes formados allí, el presidente de la
Fundación Cometas de Esperanza, Oscar Faes García; su directora Andrea Suero y
el equipo de técnicos han sido reconocidos por la calidad de formación humana.
Muchos de esos jóvenes, son
estudiantes sobresalientes en centros educativos superiores fuera de Santiago.
Pese al asfixiante calor, ambiente
putrefacto, insoportable, humo hediendo del basurero, niños, adolescentes, jóvenes,
adultos buceando entre toneladas de desperdicios capturando objetos vendibles,
para poder comprar alimentos.
Familias enteras vivían entre
basuras buscando ganarse el sustento.
Algunas mujeres vendían
comida a los buzos que pagaban el fin de semana con lo que se ganaban buceando
entre toneladas de basuras.
Los jóvenes ayudaban a sus
padres reciclando chatarra, plásticos, botellas, pedazos de cartón, pese a que
arriesgaban sus vidas, en que algunos murieron asfixiados con los montones de
basura que depositaban los camiones volteos.
Hacían ese arriesgado oficio,
porque no tenían otra opción, en que algunos tenían que llenar fardos de desechos,
en que algunos gababan 350 pesos semanales.
Otros, con más suelte,
hallaban fundas plásticas llenas de dinero, de comerciantes que lo dejaban
centro de sacos y las mujeres conserjes los arrojaban a los depósitos de
basura, recolectores sin saber, depositaban en el vertedero.
Una peregrinación a través de
sus calles polvorientas, aunque tiene grandes limitaciones, la historia al día
de hoy es diferente.
Geográficamente, el sector
Santa Lucía, está ubicada en una línea curva y titubeante y con un relieve accidentado.
Además, ubicada en el lateral
Norte del pasado vertedero de Rafey, hoy llamado “Eco Parque” para el proceso,
clasificación de los desechos sólidos que produce la población de Santiago y
zonas adyacentes.
Santa Lucía, contradictoriamente,
al pasado, instalada en la “grilla” del barrio Cienfuegos, hoy Distrito
Municipal Santiago Oeste, le pertenece una mirada “axial”, a vuelo de pájaro.
El dibujo del cerro que tiene
por encima y al Norte, Santa Lucía, está en un sitio de interés por el nombre
de la Virgen que la consagra.
Este sector, compuestos por
emigrantes de los pueblos del país, y ahora, una gran parte de inmigrantes
haitianos, crece con arma de una barriada caótica, rebosante, plena de
reminiscencias renacentistas, donde las viviendas cambiaron sus estructuras de cartón
y hojalatas desechables del vertedero, a edificaciones de cemento, varillas,
zinc y blocks.
Las vetustas casas cambiaron
sus estructuras, las calles de polvos han ido mejorando, crece en población,
sus habitantes actúan con otras mentalidades y pareceres.
Este lugar se transforma con
el transcurrir, el cerro que ocupa un espacio ubicado el norte, que en una ocasión
se convirtió en disputa entre la gobernadora de Santiago, Doña Rosa Fadul y el
sacerdote Secundario Ramos, se mantiene imponente como un dromedario, aunque
invadido por foráneos.
Hoy día, el barrio Santa Lucía, ocupa un sitio de un antiguo e inmundo basurero que vecinos bautizaron como “La Mosca”, el que va en ascenso.
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