Santiago, R.D.- El tren desbocado en las alzas que experimenta el gobierno de Luis Abinader, busca hacer desaparecer a las familias de menos poder adquisitivo, sacando a la fuerza el dinero de los bolsillos del pueblo.
El implacable gobierno del “nefasto cambio electoral” no se detiene en subir precios de los combustibles.
Añade a su criminal política económica los precios de los alimentos, medicinas, transporte, bienes y servicios.
Otro golpe demoledor que propina el gobierno de Luis Abinader y “famoso cambio” es el “palo asechao” a las facturas de agua potable de la Corporación y Acueducto de Santiago y la Empresa de Energía del Norte.
Ambas, a pesar del deplorable servicio suministrados a los usuarios en diversos sectores, los gerentes de Coraasan, Ingeniero Agrónomo Andrés Burgos y Edenorte, Ingeniero Electromecánico Andrés Cuesto Rosario, acordaron subir las facturas de agua y energía.
El gobierno y sus funcionarios adoptan medidas en perjuicio de la clase de menos poder adquisitivo a fin de favorecer a los más ricos.
En Santiago, existen empresas privadas, así como instituciones estatales con deudas elevadísima, sin embargo, sus representantes no molestados y las cargas de impuestos asignadas a los más desafortunados.
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