Por Marcelo Peralta
Santiago,
R.D.-De manera positiva, llama la atención en la ciudadanía, el discurso esta
noche de 36 minutos del presidente Luis Abinader.
Lo
que más concita y satisfizo a un conglomerado dominicano el discurso de Luis
Abinader es el metro de Santo Domingo y el monorriel de Santiago.
Trasciende
que esas dos infraestructuras son de importancia económica y social.
Además,
la firma de nuevos contratos para construir megaobras.
Citó
que el Poder Ejecutivo no intercederá en las decisiones del Ministerio Público.
Alienta
a la sociedad la determinación del presidente Luis Abinader de comprar
productos comestibles en el extranjero para enfrentar el agio, especulación.,
carestía y escasez de productos comestibles.
Pondrá en marcha planes de mayor movilidad económica
para la generación de miles de empleos directos e indirectos.
Faltó
Lo
que la población esperaba que el gobernante tratara la cuestión del 30% del
fondo de pensiones de los trabajadores, cuyo dinero es retenido por las AFP.
Dominicanos
residentes en el exterior esperaban el presidente Luis Abinader hablara de los “odiosos”
diez dólares que le cobran a la enteada y salida del país.
Además,
los abusos que cometen las líneas aéreas con los pasajeros.
Que
desde la Presidencia de la República diseñe planes de proyectos habitacionales
para cuando se retiren de Estados Unidos y otras naciones a reside en su país
de origen.
También,
que haya condiciones humanas a la hora del retiro y pasar su vejez en su país.
Tampoco
tocó el viacrusis por la que atraviesa el sistema agropecuario nacional debido
a la presencia de la Fiebre Porcina Africana.
La población
espera que el ponga “ojo” a cuestiones de pensiones y seguridad social.
Ha de
esperarse que el gobierno de Luis Abinader no caiga en el derrotero de
gobiernos anteriores.
Cifran
esperanzas que el gobernante cumpla con el Código Laboral.
No
mencionó el colapso del sistema nacional de emergencia 9.1.1.; el deterioro de
la Dirección de Pasaportes, abusos de las terminales aéreas con pasajeros,
Se
insta al presidente Luis Abinader tratar de que la democracia no caiga en el
vacío.
Los
gobiernos anteriores desmantelaron estamentos de líneas aéreas y las productivas
de empleos.
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