Una de las escenas más desgarradoras es observar que un bombero ha
tenido que sacar desde los escombros el cuerpo de su propia hija de siete años
de edad, que murió al desplomarse un edificio de apartamentos en Miami, Estados
Unidos.
Atrapados han sacado 25 cadáveres y el número de víctimas iría en aumento
dicen expertos acantonados en la zona de desastre.
El bombero y madre de la niña no estaba trabajando ese día, sin embargo,
en solidaridad, sus compañeros dejaron que él sacara de los escombros el
cadáver de su hija.
Stella Cattarossi es el tercer niño en ser recuperado de los restos
del edificio que se derrumbó el jueves 24 de junio en Surfside, cerca de Miami.
De momento hay 24 fallecidos confirmados y más de 120 desaparecidos.
El padre de Stella y su hermano, bombero, se habían mantenido durante nueve
días junto al edificio en una vigilia, y estaban allí cuando la noche del
jueves sus compañeros encontraron el cuerpo de la pequeña.
Entonces, lo llamaron y fue él el que portó en sus brazos a la pequeña.
Unos 200 bomberos homenajearon a la víctima y a su compañero durante el emotivo
momento, según dijo el diario Miami Herald.
«Cuando supo que estábamos cerca de donde podía estar ella, quiso estar
ahí con sus compañeros», dijo el capitán Ignatius Carroll, del equipo de
rescate de los bomberos, a la cadena local WPLG.
«Pudimos llevársela y al menos darle la oportunidad de despedirse»,
agregó.
El padre de Stella usó su chaqueta para cubrir el cuerpo de la pequeña,
sobre la que puso una pequeña bandera de Estados Unidos, y la sacó de la zona.
La niña estaba junto a su madre, los abuelos y una tía de Argentina, que
estaba de visita en Miami, según dijo el canal Local 10.
Stella era hija de Graciela Cattarossi, que vivía con sus padres. Los
tres adultos siguen desaparecidos.
«Cada noche ha sido inmensamente difícil para todo el mundo», dijo el
viernes Daniella Levine Cava, alcaldesa del condado de Miami Dade. «Pero
la pasada noche fue especialmente diferente y más difícil para nuestros
rescatistas», dijo por la emotiva escena.
Pedimos respeto a la privacidad de su familia más próxima así como a la
de la familia del Departamento de Bomberos mientras lloramos la pérdida», dijo
el departamento en un comunicado.
Alan Cominsky, jefe del departamento de bomberos del condado de
Miami-Dade.
El alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suárez, dijo que todo el
departamento «siente una profunda pena».
«Soy padre de dos niños. Tengo un hijo de 7 años. Y la idea de perderlo
de esta forma es inimaginable. Esta tragedia nos ha afectado a muchos porque
muchos conocemos a alguien que estaba en el edificio o que se ha visto afectado
por la tragedia. Y en este caso es alguien que es parte de nuestra familia, de
nuestra familia del cuerpo de bomberos», agregó Suárez.
«Toda víctima que sacamos es complicado», dijo el jefe de bomberos del
condado de Miami-Dade, Alan Cominsky.
«La pasada noche lo fue aún más cuando sacamos a la hija de un
compañero. Como bomberos hacemos lo que debemos hacer, es un deber. Pero aun
así cuesta», agregó
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